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España

Los billetes y monedas tienen utilidad ante catástrofes naturales

Francisco Rodríguez concluye que “desde que acabó la crisis financiera, la demanda de efectivo ha aumentado, medida como valor de los billetes y monedas"

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  • Billetes de euro. -

El catedrático de Economía en la Universidad de Granada, economista sénior de Funcas y colaborador en Cunef, Francisco Rodríguez Fernández, asegura que “tenemos que procurar sostener la economía y, para ello, es preciso que también se sostengan las formas de pago". 

"Ha habido, en el pasado", señala, "movimientos contrarios a la desaparición del efectivo. Entre otras defensas de los billetes y monedas, permanece la de su utilidad ante catástrofes naturales. Pero la realidad más acusada es que gran parte de la población no tiene acceso, instrucción o voluntad para usar otro tipo de pagos y se podría ver excluida en un momento de extrema adversidad”.

Lo explica el catedrático en un artículo publicado en 'Expansión', titulado 'Es el pago, no el medio', que recoge Servimedia. Francisco Rodríguez dice que “lo que ocurre es que, al salir de casa para realizar cualquier transacción, se realizan muchos más contactos que el de pagar. Este último es sólo parte de una cadena. Tocamos puertas, los productos que adquirimos, tickets de parking, datáfonos, tarjetas de débito y crédito, billetes y monedas. Tocamos más que Iniesta sin darnos cuenta. Si ese proceso se realiza de forma adecuada, el instrumento de pago utilizado será irrelevante”. 

Y continúa: “Son mayoría los establecimientos que, en cualquier caso, tienen protocolos de limpieza para poder seguir distribuyendo efectivo con seguridad. El problema es que, en estas semanas insólitas, hay que tener en cuenta que lo que están cayendo a plomo son las transacciones en general, en línea con la actividad económica. Las grandes procesadoras de tarjetas de pago ya han reconocido una reducción sustancial de las operaciones de los consumidores. Su valoración en las Bolsas también se ha resentido”.

Francisco Rodríguez concluye que “desde que acabó la crisis financiera, la demanda de efectivo ha aumentado, medida como valor de los billetes y monedas sobre el PIB. En particular, tramos de mayor edad y la vinculada a ocupaciones con menor procesamiento electrónico de pagos, siguen usando el efectivo de forma intensiva. Es la llamada 'persistencia del efectivo', que se observa en muchos países occidentales”. 

“Quienes cuentan cada mes con efectivo en su hogar, seguramente también tratarán de darle salida, como venían haciendo habitualmente. Algunos de los que sufren incertidumbre respecto a sus nóminas y el pago de recibos porque han perdido su empleo o temen hacerlo, tratarán de acumular su liquidez en efectivo antes de que las deudas consuman sus cuentas corrientes. Y los que reciban ayudas de familiares y amigos, por motivos similares, también los recibirán, en muchos casos, en efectivo”, finaliza el catedrático de Economía.

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