Su nombre es Joao Stanganelli, tiene 64 años y está afectado por vitíligo, una enfermedad cutánea no contagiosa que se caracteriza por la falta de pigmentación en la piel.
Comenzó con esta afección a los 38 años y, aunque sabe perfectamente que la patología es inofensiva físicamente, sí provoca en muchos casos estrés psicológico y estigma social, además de gran sensibilidad al sol.
Para subir la autoestima de niños que sufren la enfermedad, un buen día este abuelo decidió ponerse a tejer muñecos de ganchillo con vitíligo. Sus primeras creaciones gustaron tanto entre su círculo de amigos que los encargos empezaron a llegar pidiendo muñecas personalizadas.
Joao empezó a hacer ganchillo tras sufrir yn problema cardíaco que le obligó a relajarse. LO que empezó siendo un reto, acabó como un pasatiempo y ahora tiene una función social.
Le llegaron pedidos de muñecas en silla de ruedas, con implantes cocleares, con gafas… Entonces, Stanganelli decidió usar Facebook e Instagram para mostrar su trabajo y gestionar los pedidos.
Su objetivo ahora es mejorar la autoestima de los más pequeños fabricando muñecos inclusivos con los que se puedan sentir identificados.