Es muy posible que si Bisbee se te acerca, prefieras que no sea un perro de esos besucones que va repartiendo lametazos. Y es que es un setter inglés que se ha hecho famoso al convertirse en el que tiene la lengua más larga del mundo.
A sus tres años, el animal, que vive en Tucson, Arizona (Estados Unidos) tiene una pedazo de lengua que mide 9,49 centímetros. Es, a día de hoy, el perro vivo con la lengua más larga.
Para validar el récord, la lengua de un perro se mide desde la punta del hocico. El perro debe tenerla fuera de la boca lo más cómodamente posible y es entonces cuando un veterinario certificado la mide correctamente.
Jay y Ericka Johnson conocieron a Bisbee cuando era un cachorro en una «subasta benéfica» donde lo subastaban para recaudar dinero para una organización benéfica. “Cuando lo vimos, nos enamoramos de él”, cuenta Jay a Guinness World Records.
No pasó mucho tiempo antes de que los Johnson notaron que había algo un poco diferente en Bisbee. “Simplemente se veía realmente desproporcionado”, dijo Ericka. Sin embargo, aunque la lengua de Bisbee es bastante larga, no se nota mucho hasta que abre el hocico.
