Cynthia Covert, una esteticista de Carolina del Sur (Estados Unidos) tuvo un cruel final de lo que parecía una jornada de trabajo más.
Esta mujer de 58 años visitó a una clienta que le había solicitado una sesión de manicura, ya que los salones de belleza permanecen cerrados por la pandemia de coronavirus. Pero una vez en la casa cometió una imprudencia que le costó la vida.
Covert se acercó peligrosamente al estanque que había en el jardín de la gran casa para ver de cerca a un cocodrilo y tomarle algunas fotos.
El matrimonio propietario de la vivienda la advirtió, según aseguran, de lo peligroso que era, pero ella dijo no temer nada. Para su desgracia, el reptil se revolvió contra ella y la atacó.
Según la autopsia, Covert murió ahogada tras ser herida en una pierna por el ataque del animal y no poder salir del agua.
