Selvi se despertó con un extraño picor alrededor de su nariz y enseguida supo que algo extraño pasaba, pero no imaginaba el final de esta historia con cucaracha incluida.
Acompañada por un familiar se dirigió al hospital más cercano asegurando que un insecto se había introducido en sus fosas nasales. Tras varias pruebas en tres centros distintos, radiografías y un escáner los médicos detectaron una gran cucaracha alojada en la base del cráneo, cerca del cerebro y entre los ojos de la mujer.
El animal estaba vivito y coleando. «Yo notaba que algo se movía dentro de mi cabeza», explica la señora, que vive en la India y tiene 42 años.
«Nunca había visto un caso igual» confesaba uno de los médicos que la atendió con éxito, ya que Selvi tuvo que pasar por tres hospitales antes de librarse del insecto invasor. En el primero fue examinada, pero la trasladaron a otro con mejores medios en el que no consiguieron dar con el foco del problema. Ya en el tercer hospital, tras doce horas de calvario, se encontró el problema y en una operación de 45 minutos se extrajo al insecto.
«De haber muerto en el interior de su cabeza y no lo hubiéramos extraído, el insecto tenía un tamaño tal que al descomponerse habría desarrollado una infección grave en el cerebro», aseguran los doctores.
