¿Cómo llegó hasta allí? Ese es el gran misterio de esta historia… Los médicos tuvieron que operar a un joven chico de 15 años en Turquía para extraerle un cable USB de más de 90 centímetros de largo que tenía en el estómago.
Al parecer, según relata el Daily Mirror, los padres lo acabaron llevando al médico después de que se quejara de náuseas y dolor estomacal. Probablemente, lo que ni los familiares ni los sanitarios podían imaginarse es lo que iban a encontrar en la radiografía.
Fue necesario, incluso, trasladarlo en ambulancia al Hospital Universitario Firat en Elazig, que estaba a dos o tres horas de distancia. Una vez allí, el jefe del departamento de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición pediátrica, el profesor Yasar Dogan, y su equipo se deshicieron del objeto «extraño» a través de una endoscopia.
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Los médicos debieron alucinar cuando sacaron una cinta para el cabello y un cable de casi un metro. Y no fue fácil, ya que un extremo del cable había pasado ya al intestino delgado.
