«Era una niña y quería ser mi amiga, pero yo salí corriendo», explica la joven inglesa Hannah Butler, que se siente perseguida por un fantasma al que fotografió sin querer, aunque también culpable por no haberle hecho caso.
Butler capturó la imagen de lo que parece ser una niña de cabello oscuro junto a un árbol en Inglaterra. Y ahora, aunque vive a 350 kilómetros de distancia, sigue temiendo a aquella supuesta aparición, de la que huyó despavorida.
«Una amiga quería dar un paseo por aquel lugar fantasmal en el bosque de Hessle Foreshore y yo acepté para pasar un rato divertido», recuerda Hannah explicando que un guía les explicó que algunas personas habían visto «el fantasma de una pequeña niña huérfana que mira hacia el mar esperando a su padre».
Hannah tomó una decena de fotos al árbol, pero la imagen fantasmal solo aparecía en una. «Creí que la visión habría sido producto de mi imaginación, pero revisé las fotografías y en una de ellas aparecía», cuenta asegurando que mostró la imagen al resto del grupo y casi todos se asustaron. «Empecé a llorar y tuve que marcharme, tenía mucho miedo», insiste.
Una semana más tarde, las amigas volvieron al lugar de la imagen, pero a plena luz del día. Allí jugaron al «sí y no», una especie de ouija. Preguntaron en alto si la chica quería ser amiga de Hannah y la respuesta fue positiva.
Desde entonces Hannah se siente culpable al pensar que la pequeña fantasma se dejó ver por ella con algún objetivo, pero ella huyó. Hace ya tres años, pero aún sueña con la chica y continúa intentando encontrar una explicación a la misteriosa fotografía.
¿Qué crees tú? ¿es un efecto óptico o realmente podría ser una imagen fantasmal?
