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Steve Ludwin, el hombre que lleva tres décadas inyectándose veneno de serpiente

Steve Ludwin es un californiano de 50 años que adora las serpientes a tal nivel que lleva treinta años inyectándose su veneno para sentirse más joven. Según él, lleva hace ya tres décadas que probó y no ha parado de inyectarse varias veces a la semana desde entonces. Y lo sigue haciendo porque no ha […]

Steve Ludwin es un californiano de 50 años que adora las serpientes a tal nivel que lleva treinta años inyectándose su veneno para sentirse más joven.

Según él, lleva hace ya tres décadas que probó y no ha parado de inyectarse varias veces a la semana desde entonces. Y lo sigue haciendo porque no ha sufrido ni un simple resfriado desde que tenía 13 años.

«Cada semana juego al tenis con un amigo mucho más joven que yo, pero no se nota la diferencia en el rendimiento», asegura Ludwin explicando que «una hora antes me inyecto veneno de cobra y serpiente de cascabel… y siento que vuelvo a tener veinte años».

Esta especie de dopaje no está tipificado legalmente como tal porque es sumamente peligroso y nada común. Y añade su descubridor que ha desarrollado una gran inmunidad a las mordeduras de serpiente, algo que, a su parecer, es muy útil.

Eso sí, las inyecciones le producen hematomas temporales y sensación de ardor durante unos minutos. Pero todo el dolor puntual merece la pena al comprobar los efectos.

Esta afición a las serpientes le sobrevino cuando apenas tenía seis años y una le mordió, causándole serios problemas pese a no ser venenosa. Sobrevivió, pero es evidente que ese trauma marcaría su vida.

Desde entonces colecciona peligrosos reptiles y utiliza su veneno para lo que ya hemos explicado. Lo curioso es que algunos estudios científicos han descubierto beneficios en el veneno de serpiente, pero no es aconsejable copiar las aficiones de Ludwin.

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