Cuatro detenidos, que habían logrado utilizar fraudulentamente 388 tarjetas dobladas en las provincias de Málaga, Sevilla y Córdoba
Una banda criminal dedicada a la clonación de tarjetas de crédito, para su posterior uso, ha traído en jaque desde el verano a la Policía de Sevilla, Málaga y Sevilla. En dichas provincias, habían logrado clonar 388 tarjetas, que después utilizaron fraudulentamente para extraer dinero en metálico y para vender sus datos a organizaciones extranjeras, principalmente en Colombia, donde también se utilizaban para transacciones bancarias.
El siguiente paso era extender el radio de acción a Huelva, donde finalmente fueron cazados gracias a la colaboración ciudadana. Así, según ha explicado este miércoles el comisario de la Policía Nacional en Huelva, Antonio Placer, acompañado del subdelegado Enrique Pérez Viguera, el pasado sábado fueron alertados por un ciudadano de una posible manipulación de un cajero de la capital onubense.
Tras contactar con comisarías de otras provincias y tener conocimiento de la existencia de una banda en activo de clonación de tarjetas, los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia que dio como resultado la detención, el mismo sábado por la noche, de tres integrantes de la banda, pillados ‘in fraganti’ cuando se disponían a retirar los dispositivos que habían instalado en un cajero.
El ‘modus operandi’ consistía en colocar, superpuesto sobre la entrada de las tarjetas, un lector dotado con un microchip que almacenaba los datos de las bandas magnéticas, así como una microcámara camuflada para grabar el número pin de la tarjeta.
El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Huelva ha decretado el ingreso en prisión de los tres detenidos, de 40, 33 y 38 años. Un cuarto integrante fue detenido el martes y este miércoles pasó a disposición judicial.
Todos son de nacionalidad rumana y cuentan con antecedentes policiales y judiciales en Italia por los mismos delitos. No residían en España, lo que ha dificultado la investigación, ya que se desplazaban a nuestro país desde Rumanía e Italia solo el tiempo necesario para cometer los delitos y luego retornaban a sus lugares de origen.
