El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Valverde del Camino ha imputado a tres personas en relación a los vertidos de lixiviados tóxicos que desde el vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva (Huelva), que gestiona Befesa, se produjeron al cauce del río Tinto en mayo de 2011.
Según han indicado a Efe fuentes judiciales se trata de tres trabajadores de la empresa, uno de ellos adjunto a la dirección, a los que se les ha imputado un delito contra el medio ambiente.
Han señalado que el caso prosigue su instrucción y se está pendiente de diligencias e informes de toxicología para determinar el alcance de los vertidos al medio ambiente.
Según publicó Viva la Cuenca Minera en su última edición, Ecologistas en Acción ha declarado, después que denunció en su día el episodio, que el vertido que dio origen a esta causa se produjo a las dos de la madrugada el Jueves Santo de 2011, cuando agentes del Seprona detectaron que operarios de Befesa, presuntamente se estaban deshaciendo de forma ilegal del agua contaminada que se acumula en los vasos del vertedero, que aumentaron aquellos días por la lluvia. Un empleado, supuestamente conectó el canal del vertedero con el cauce del Tinto a través de un tubo, lo cual fue denunciado. El Seprona decidió entonces abrir un acta de infracción contra el vertedero por supuestos vertidos de lixiviados tóxicos al cauce del río Tinto
La apertura del acta se produjo después de que los agentes del Seprona comprobaran que se había conectado una tubería desde el canal perimetral de estas instalaciones al cauce fluvial con el objetivo de evacuar agua contaminada de manera ilegal.
Los agentes tomaron muestras del agua vertida, que fueron enviadas al laboratorio para determinar en qué proporción están contaminadas y posteriormente remitidas al juzgado.
El río Tinto está declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC) por parte de la Unión Europea y forma parte de la Red Natura 2000, al tiempo que es conocido internacionalmente, en el ámbito científico, por su similitud con el planeta Marte, hecho que le lleva a ser escenario de distintos estudios y pruebas.
Al principio de la investigación, Befesa se mostró segura de que los resultados de las analíticas demostrarían que no se había producido ninguna contaminación, por tratarse de agua de lluvia y llegó a afirmar que “todos los análisis realizados en los últimos trece años por las administraciones competentes han dado resultado negativos”.