Huelva

Antid desvincula a las empresas del paro de Guadalupe Sánchez

La Asociación Nacional de Transportistas Internacionales (Antid) considera que “es una cuestión entre los trabajadores”

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  • Cuando pudo trabajar -

Las dificultades de Guadalupe  para encontrar trabajo es una “cuestión entre trabajadores”; la situación del sector está “muy complicada para hombres y mujeres”; los empresarios tienen “la libertad para elegir a sus trabajadores”; y una parte del transporte internacional de la fruta onubense lo hacen “empresas foráneas”, lo que dificulta aún más la contratación de los trabajadores locales.

Es el resumen que se puede hacer de la conversación que Viva Huelva mantuvo este martes con Juan Antonio Millán, presidente de la Asociación Nacional de Transportistas Internacionales (Antid), organización perteneciente a Fenadismer (Federación Nacional de Asociaciones de Transporte), cuyo secretario general es el propio Millán. En la valoración que el representante de los empresarios del transporte internacional hizo del caso de Guadalupe Sánchez dejó claro que “en ninguna de las empresas” consultadas por el colectivo “recuerdan que se haya presentado ningún conflicto” al respecto.

Según Millán, lo denunciado por Guadalupe en Viva Huelva, donde lamentaba que ningún hombre quería viajar con ella principalmente por los celos de las mujeres de sus compañeros, “es una cuestión entre los trabajadores”, ya que, según aseguró “al empresario le da igual contratar a un hombre o a una mujer” siempre y cuando considere que cumplen con los criterios de “profesionalidad y eficacia” en un gremio “que es muy complicado”. “El empresario no entra en esas cuestiones” y el problema que describe Guadalupe “lo plantean los propios conductores”.

“Es la primera vez que se nos presenta un caso así”
Aunque “no hay muchas”,  cada vez son más las mujeres camioneras, pero está claro que sigue siendo el del transporte internacional un sector mayoritariamente ocupado por hombres. En Huelva, Guadalupe es la única, y los problemas de celos por los que, según ella, no logra encontrar trabajo, cogen de sorpresa a Antid. “En la vida se nos ha dado un caso como este. No hemos conocido nunca un caso así en España”.

En esta línea, insistiendo en que el caso de Guadalupe nada tiene que ver con decisiones empresariales machistas, Millán reflexiona sobre que “entre buenos profesionales no tendría que haber esos problemas”, a lo que añade que “ahora bien, la empresa no puede plantearse lo que pueda pensar  la mujer del trabajador”.

“No es un sector atractivo para las mujeres”
Preguntado Millán sobre por qué ningún empresario se ha decantado a favor de Guadalupe cuando ha surgido el dilema, él lo tiene claro: “El empresario tiene la libertad para elegir a sus trabajadores”. Asimismo, señaló que este sector “no es atractivo para las mujeres”, arguyendo, entre otros motivos “las dificultades para compatibilizar vida laboral y familiar” que conlleva un trabajo “que no sólo consiste en conducir”. No está de más recordar en este punto que para Guadalupe Sánchez este sector sí que resulta atractivo, y asume siendo madre soltera las dificultades de esa compatibilización, ya que como expuso en Viva Huelva “sólo quiero que me den una oportunidad porque, simplemente, quiero trabajar en lo que me gusta”.

Un sector acuciado por el paro y la deslocalización
Millán, natural de Cartaya, localidad en la que fue alcalde, quiso dejar claro que el sector del transporte internacional no ha escapado de la lacra del paro en Huelva: “Te podría presentar a muchos camioneros onubenses en paro”, por lo que lo del caso de Guadalupe no es una cuestión de género, sino algo generalizado en el sector: “Hay que tener en cuenta que parte del transporte internacional de aquí se hace con empresas foráneas, ya que hay mucho volumen de mercancía frigorífica y pocos camiones, y esas empresas traen los puestos de trabajo de fuera”. Y otro aspecto denunciado por Fenadismer es el de la creciente “deslocalización de grandes empresas de camiones frigoríficos españolas, no de Huelva, que antes contrataban a trabajadores de aquí, y ahora se están instalando en Rumanía o Bulgaria”, algo para lo que Fenadismer ha acordado con la Inspección de Trabajo hacer un plan de control de esta “rumanización”.

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