Hace escasas fechas Bruselas tiraba de las orejas al Gobierno y le exigía subir el IVA y ahora, el Banco Central
Al final no sabe uno a qué carta quedarse, pero es lógico, porque desde que comenzó esta crisis financiera que tan desastrosas consecuencias nos está haciendo pagar a unos más que a otros, ni los expertos economistas ni las instituciones mundiales que rigen los destinos económicos de los ciudadanos se han puesto de acuerdo en por dónde hay que tirar. En Europa, ya han empezado las críticas a cómo se hizo el rescate de Grecia, que apuntan a que ha sido de manera desastrosa, o lo que es lo mismo, que parece que nunca debería haberse hecho así. Pero, si nos quedamos en nuestro país, Rajoy, si no tenía ya suficiente sensación de marioneta manejada por las políticas impuestas a fuego, recorte y austeridad por inspiración neoliberal y santificación merkeliana, ahora si que nos preguntamos cómo se sentirá, después de haber asistido en el corto espacio de unas semanas a un gobierno europeo que desde Bruselas exigía la subida del IVA (que al final parece que se hará, aunque lo llamen remodelación y ajuste de tipos), para por otro lado, escuchar como el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, aconseja acto seguido, para países como España, bajar impuestos y el gasto público no productivo, que a ‘sensu’ contrario, deja ver que puede y debe haber gasto público si está justificado por su productividad. Si no es ya para cambiar el rumbo y empezar a dinamizar la economía, que venga Dios y lo vea.
