Del Polvorín a la plaza Niña, duelo de reinas para el Miércoles Santo. No habían pasado ni los 45 minutos de diferencia horaria desde la salida de la Victoria cuando la Hermandad de la Esperanza abría las puertas de su templo para empezar con su estación de penitencia. Hay muchas ganas de Semana Santa.
A las 17.19 horas, la primera chicotá del paso del Cristo de la Expiración en el interior del templo. "Atentos a lo que digo todos los años, lo importante es el Cristo de la Expiración, y lo vais levantando por las calles de Huelva", se dirigía el capataz a sus costaleros.
En el exterior, multitud y devoción para ver a una de las hermandades que mueve más gentío en Huelva. A las 17.22 horas, entre aplausos, el Señor de la Expiración asomaba a la calle. A los sones de su banda, avanzaba en 'revirá' para enfilar la plaza Niña.
Cerca de mil nazarenos tiene esta hermandad, por lo que su salida se prolonga durante muchos minutos. De ahí que no fuera hasta cerca de una hora después de la salida del Cristo de la Expiración cuando Nuestra Señora de la Esperanza Coronada se reencontrara con su ciudad.
18.07 horas. Suena el martillo en el interior del templo: "Esperanza, vámonos para la calle". Zancos al suelo, y dos minutos después, la Virgen de la Esperanza ya está en la calle, entre 'vivas' y aplausos. Una lluvia de pétalos de rosas la aguardaba a pocos metros del dintel de su templo.
Las dos reinas del Miércoles Santo, Victoria y Esperanza, salen al encuentro de Huelva.