Huelva

Los ladrones silenciosos

Casos de robos en viviendas de Huelva con la técnica ‘bumping’, tan sigilosa que permite llevarla a cabo a plena luz del día

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  • Ejemplo de 'bumping'
  • El método se lleva a cabo con una llave maestra que se golpea con un martillo de goma, lo que no deja signos de forzamiento
  • Las compañías de seguros no se hacen cargo al no considerarlo robo por no haber daños
  • La Policía Nacional no quiere crear alarma entre la ciudadanía y señala que se tratan de casos aislados en la capital onubense

El último susto se lo llevó una familia de la calle Díaz del Castillo, en la barriada de La Hispanidad de la capital onubense, cuando el pasado domingo al llegar a casa vieron que habían sido robados, pero no había ninguna señal de que su cerradura hubiera sido forzada. Los ladrones habían accedido con la técnica ‘bumping’, un método de apertura de puertas mediante la utilización de una llave maestra golpeada con un martillo de goma hasta que se logra abrir la puerta sin causar daños ni hacer ruido. Los ladrones silenciosos.
“La policía me llegó a decir que tenía pinta de ser un fraude, y sospecharon de los trabajadores porque los ladrones no dañaron nada para entrar” Fuentes de la Policía Nacional no han querido crear alarma entre la ciudadanía onubense, e indicaron a  Viva Huelva que no se ha dado un incremento de casos de ‘bumping’ en la ciudad de Huelva, y los que existen son “casos aislados”.
Pero existen, y según J.R., un técnico de seguridad consultado por este periódico, se están dando “numerosos casos de este tipo de robos” tanto en la capital onubense como en los núcleos urbanos más grandes de la provincia. Una de las peculiaridades de este método de acceder a las viviendas es su discreción, lo que está permitiendo actuar a los cacos, en muchos casos, a plena luz del día. Los amigos ajenos controlan los movimientos de los dueños, saben cuándo la casa esta sola, acceden al bloque con una simple llamada al telefonillo, llegan a la puerta en cuestión y en cosa de unos minutos, sin levantar sospechas de ningún tipo por lo callado de la técnica, están dentro de la vivienda, roban, cierran y se van.
Ante la existencia de este método, se recomienda echar todas las cerraduras de las que disponga la puerta, instalar elementos de seguridad asociados a la alarma que hacen que ésta salte ante el más mínimo golpe extraño que se detecte en la puerta y, sobre todo, no abrir la puerta de acceso del portal a nadie que no tengamos plenamente identificado.
El sistema es tan limpio que ha llegado a crear dudas en la denuncias policiales y en las propias compañías de seguro. Así lo testifica a este periódico un corredor de seguros de Huelva, que describe que hace “unos cuatro años”, cuando trabajaba para una compañía de seguros, la oficina en la que trabajaba en Huelva fue robada con total discreción: “La policía me llegó a decir que tenía pinta de ser un fraude, y sospecharon de los trabajadores porque los ladrones no dañaron nada para entrar”.
Igualmente, asegura, que este tipo de robos crea controversias entre los clientes y los seguros, ya que las compañías “al no haber daños, no se hacen cargo porque no lo consideran un robo”.

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