La delegada territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Rocío Jiménez, ha presidido la reunión con la que se pone en marcha en Huelva el Programa de Seguimiento y Conservación del Aguilucho Cenizo (Cyrcus pygargus) para 2017.
La campaña se alargará hasta el próximo mes de julio, cuando se lleve a cabo el seguimiento de los pollos volantones. El primer paso tras el encuentro entre Rocío Jiménez, los coordinadores y los agentes de medio ambiente que forman parte del dispositivo es la localización de las colonias, tanto en la campiña como en la marisma. Como novedad este año, el equipo de trabajo prospectará los montes baldíos de Villanueva de los Castillejos, ya que se vio algún individuo errático en 2016.
La delegada territorial ha agradecido a los agentes de medio ambiente su “dedicación como actividad complementaria a sus tareas habituales”. “Sin ellos serían imposible los avances que se están logrando. Con su trabajo y el de los coordinadores se ha conseguido que el modelo pionero de actuación que se sigue en Huelva para esta especie sea referente en Andalucía y en toda España”, ha añadido.
El Programa de Seguimiento y Conservación del Aguilucho Cenizo se centra en mayo en la localización de nidos en las colonias identificadas en abril. Para esta labor se hace uso de las nuevas tecnologías mediante el uso de 'smartphones'. Durante este mes también se realiza la ardua labor de localización de propietarios y se realizan los primeros contactos con cooperativas y cosechadores para saber cuándo iniciarán la campaña de cosecha del trigo -previsiblemente a finales de mayo.
“También hay que destacar -ha puntualizado la delegada territorial- la importancia de la colaboración de los agricultores y cooperativas en la conservación de la especie, sobre todo al permitir el retraso de cosechas”.
Las actuaciones sobre los nidos se realizan en junio y la principal baza es la demora de cosechas, con un 87 por ciento de éxito. Con un porcentaje menor de eficacia se sitúan otras medidas como el vallado del rodal para evi-tar la predación o el traslado a linde o a los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREAs).
El aguilucho cenizo es un ave rapaz de tamaño medio catalogada como vulnerable. La especie se asienta en el Valle del Guadalquivir para utilizar los cultivos de cereales como principal hábitat de cría. La mecanización agrícola antes de que los pollos vuelen supone una amenaza. Los espacios preferidos por el aguilucho cenizo para su cría en la provincia de Huelva son los cultivos de trigo de secano, especialmente en fincas de pequeñas dimensiones. Para los agricultores es una especie beneficiosa porque las principales plagas de los cultivos, cigarras y ratones, forman parte de su dieta.
Un operativo formado por más de 25 personas, entre técnicos, agentes de medio ambiente y personal de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (AMAYA), desarrolla el Programa de Seguimiento y Conservación del Aguilucho Cenizo, en el que se integra la Asociación Ecologista Ituci Verde, agente activo en los Campos de Tejada.
Los municipios en los que se plasma el Programa son Paterna del Cam-po, Escacena del Campo, Manzanilla, Villalba del Alcor, Niebla, Rociana del Condado, Almonte, San Juan del Puerto, Beas y Trigueros. Por tercer año con-secutivo, el programa alcanza a la población de los parajes naturales Marismas del Odiel, Marismas del Isla Cristina, Marismas del Río Piedras y la Flecha del Rompido y el Espacio Natural de Doñana.
A lo largo de la campaña, además, se llevarán a cabo labores de educa-ción ambiental en los colegios de Paterna del Campo y Escacena del Campo y una exposición itinerante sobre la especie en los mismos centros.