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Se inyectó su propio semen en el brazo para curarse el dolor de espalda

Mucho le debía doler la espalda a un irlandés como para tomar medidas tan locas y experimentar con su propio semen. Desesperado por unas molestias crónicas, compró una aguja y comenzó a inyectarse su propio semen en el brazo. Ni sabemos ni queremos saber cómo se le ocurrió semejante barbaridad, pero el caso es que […]

Mucho le debía doler la espalda a un irlandés como para tomar medidas tan locas y experimentar con su propio semen.

Desesperado por unas molestias crónicas, compró una aguja y comenzó a inyectarse su propio semen en el brazo. Ni sabemos ni queremos saber cómo se le ocurrió semejante barbaridad, pero el caso es que estuvo 18 meses inyectándose… sin demasiado éxito, pero insistiendo.

Según parece, el hombre acudió a un centro médico por un «dolor lumbar repentino y severo» que le atacó tras levantar un pesado objeto. Sin embargo, no era esa la causa del dolor como terminó confesando, ya que lo sufría de antes y por eso empezó a experimentar.

Durante el examen médico, los doctores observaron que un brazo del paciente presentaba signos de enrojecimiento e hinchazón. Al estudiar esta anomalía el hombre confesó lo que había hecho: 18 meses autoinyectándose su propio semen con unas agujas que había comprado en internet. Y aquí sí que nos encantaría haber estado para disfrutar con las caras del equipo médico.

Las radiografías revelaron un enfisema bajo la piel, por lo que tuvo que ser intervenido de inmediato para evitar males mayores. Y todo porque, aparte de las dosis mensuales de su peculiar medicamento, esta vez se había inyectado tres a la vez, tanto en su sangre como en el músculo del brazo.

El hombre no perderá el brazo y sus problemas desaparecerán en cuanto el organismo elimine el semen indebido, dando por hecho que dejaré de inyectarse más.

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