"Hay demasiado ruido cuando no debería haber tanto y debería imponerse el análisis, el aunar fuerzas y sumar, no restar, ni descalificar". Ésta fue una de las reflexiones sobre el ensayo 'La encrucijada' que realizó el jiennense Baltasar Garzón durante la presentación organizada en el Aula de Cultura de la Diputación Provincial de Jaén.
Estuvo acompañado por el presidente de la Diputación, Francisco Reyes; el alcalde de Jaén, Julio Millán; José Membrive, director de la editorial Carena, responsable de la publicación de esta obra; y el profesor emérito de la Universidad de Jaén Juan Manuel de Faramiñán.
En esta publicación, Garzón realiza un análisis del momento social y político actual. "Es una extensa, reposada e interesante reflexión que nos acerca la visión de una de las figuras más importantes del derecho internacional, un jiennense que ha sido nombrado doctor Honoris Causa por una treintena de universidades de todo el mundo", subrayó Reyes.
La inmigración, la economía, la justicia, la comunicación, la igualdad, el cambio climático, la situación política internacional o la definición de la izquierda política son algunos de los temas abordados en este trabajo.
Reyes dio las gracias a Baltasar Garzón por "este documento que ayuda a la reflexión, el debate y el diálogo, que son necesarios en cualquier ámbito pero deben hacerse conocimiento de causa, con información real y veraz, algo que desgraciadamente no sucede porque una mentira repetida muchas veces intentan convencer de que es verdad". De ahí que remarcara "la necesidad de libros” como el de Garzón, al que agradeció su disponibilidad para esta tierra y su compromiso permanente con su provincia.
Sobre este ensayo publicado por la editorial Carena, su autor puso también el foco sobre el hecho de que "busca ese espacio de diálogo, de encuentro, de reflexión, ante lo que está aconteciendo, la confrontación política que muchas veces carece de sustento, sobre todo por esa extrema derecha tan peligrosa que se extiende en el mundo".
Garzón abogó por "desinstaurar la mentira que se ha enseñoreado tomando posiciones que después va a ser difícil acabar con ellas".
Concluyó: "No se puede usar la mentira ni la difamación como regla básica de la convivencia. Si es así, vamos por mal camino, eso es lo que denuncio en mi libro".
