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Jaén

San Ildefonso se rinde ante la Oración

La Basílica Menor Parroquia de San Ildefonso despidió y recogió a la primera Cofradía de una Semana Santa de Oración por los Desamparados

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Procesión de la Oración en el Huerto y María Santísima de los Desamparados.

La Basílica Menor Parroquia de San Ildefonso ha despedido esta tarde a la Cofradía de la Oración en el Huerto y María Santísima de los Desamparados, de la Congregación de la Vera Cruz, entre gestos de respeto y devoción de jiennenses agrupados en una plaza que se quedó pequeña ante la gran afluencia. Pasaban las seis y media de la tarde cuando desde la puerta principal, envuelta en incienso, la Cruz de Guía anunciaba una procesión que desde hace 52 años ha engrandecido la Semana Santa jiennense.

El desfile de los hermanos de luz avanzaba buscando el barrio de San Ildefonso, coloreando el itinerario con el azul del caperuz de los nazarenos. Los sones de la Agrupación Musical San Miguel Arcángel de Puertollano (Ciudad Real) marcaron el paso de un misterio que robó la mirada de los cofrades por la grandeza de la imagen de su Cristo,  arrodillado en el monte de los olivos junto a sus discípulos, con los brazos extendidos en actitud de súplica y con las manos abiertas, en señal de entrega al sacrificio que le espera.  

Faltaban cinco minutos para las siete de la tarde cuando los costaleros del misterio iniciaron la procesión. Sonaba la marcha ‘Luz de luz’ y el misterio fue levantado a pulso por 45 costaleros, entre aplausos de los fieles y con las órdenes de los capataces Sergio Palomino, José Tirado y los contraguías Rocío Domínguez y Jesús Fuentes.

Tras dos años de espera, el Cristo pudo lucir sobre un misterio que ha sido restaurado en sus esquinas, luciendo medallones y un baño de oro que lo embelleció. Otro de los estrenos para el misterio de Jesús Orando en el Huerto fue un cáliz bañado en oro, de mayor tamaño; unos gemelos y un broche con la leyenda ‘oración en el huerto’, donado por una cofrade. También un relicario con Tierra Santa. Detrás del misterio, desfilaron los 22 soldados romanos, que abrieron paso a la Virgen de los Desamparados, que protagonizó una salida del templo aplaudida por el esfuerzo y la rapidez de sus costaleras, muy emocionadas.

La Virgen estrenó una saya en color verde botella y una toca de sobremanto con el bordado finalizado.  También lució un nuevo techo de Gloria, una pintura de la Virgen de Fátima. Al son de la Asociación Cultural-Musical ‘Sociedad Filarmónica de Jaén’, el palio siguió los pasos del misterio y delante, sus mantillas, en un Domingo de Ramos de oración por los desamparados.    

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