Las autoridades han cogido los mejores datos de la delincuencia en Jaén para sacar pecho ante la sociedad, recordando que seguimos siendo un paraíso
El subdelegado del Gobierno acompañado por los jefes de la Guardia Civil y de la Policía han cogido lo más llamativo de los datos de la delincuencia en Jaén para sacar pecho ante la sociedad, seguimos siendo una especie de oasis como tantas veces nos han repetido, y a fuerza de insistir nos lo hemos creído, aunque no vayamos a contarlo a las personas que han sufrido en sus carnes alguna forma de inseguridad y no digamos si se trata de los casos de muertes aún sin aclarar, que siguen pesando socialmente como una losa. De todas maneras los datos siguen siendo tranquilizadores, Jaén, aunque más la provincia que la capital, mantiene los niveles de criminalidad más bajos, en términos comparativos, aunque no se puede bajar la guardia porque la delincuencia acecha y hay que controlarla. Si hay que destacar algún hecho en relación con la lucha contra la inseguridad es el trabajo de guardias civiles y policías nacionales, con menos medios de lo que sería deseable, por lo cual se notan y se valoran más los éxitos. En efecto parece que todo el empeño está orientado a evitar que circunstancias objetivas como la larga crisis económica, la inmigración, la globalización de la delincuencia, el éxodo de la delincuencia rural a la ciudad, y otras formas delictivas acaben por enturbiar este rasgo distintivo de Jaén que durante años nos ha tenido moderadamente tranquilis. No somos partidarios de lanzar las campanas al vuelo, hay registros positivos y otros no tanto, los políticos se agarran a las mejores estadísticas y lo entendemos, todo sea para demostrarse y demostrarnos que sin seguridad no hay paraíso.
