Reconocidas, arraigadas, veneradas y caritativas. Son cuatro de las idiosincrasias de las tres instituciones más antiguas de Jaén capital, que son tres cofradías. La más veterana es la Santa Capilla y Noble Cofradía de la Limpia Concepción de Nuestra Señora (la Fundación Particular Mixta-Benéfica ‘ Santa Capilla de San Andrés’), fundada en el año 1515. Le sigue la Congregación de la Vera Cruz (año 1541) y la Cofradía de La Soledad y La Soledad (año 1556). Todas suman 1.436 años y han impregnado a Jaén de su esencia durante los últimos cinco siglos, desde el Renacimiento, manteniendo vivas las mismas tradiciones por las que se fundaron y enriqueciendo a la capital por el patrimonio que aguardan. Entre ellas, guardan similitudes.
La Santa Capilla de San Andrés la forman 200 miembros y se rige por los mismos estatutos de los que se la dotó. Sus fines principales siguen siendo los benéficos de vestir pobres y dotar a doncellas para su casamiento; la docencia, al mantener tres escuelas gratuitas; y piadosas, al sostener el culto divino en la iglesia de San Andrés. Desde hace siete años ha incorporado a 12 mujeres entre sus miembros, siendo éste el único cambio en la trayectoria de los últimos quinientos un año. Una vez admitidos y prestado juramento, sus 200 miembros, ni uno más ni uno menos, pertenecen a ella durante toda la vida, cubriéndose las vacantes a la muerte de los mismos en cabildo general por elección secreta entre las solicitudes presentadas, para defender los fines por los que fue creada.
Tal y como asegura el recién nombrado presidente, Juan Carlos Escobedo, es una institución que se rige por las tres ‘c’, éstas son, las del culto, la cultura y la caridad. Desde el punto de vista cultural, la iglesia de San Andrés, una de las más antiguas parroquias de la ciudad, se puede ver todos los domingos a partir de las 10:30 horas y, de forma extraordinaria, se abre ante la petición anticipada de grupos para ver obras de arte con la propia capilla.
Es un ejemplo de institución que demuestra que fines universales perduran en el tiempo, a pesar de la contemporaneidad de sus miembros.
La Congregación de la Santa Vera Cruz es la primera hermandad de Pasión que surge en Jaén, fundada el 26 de Mayo de 1541 en el Real Monasterio de San Francisco, con la finalidad de celebrar procesión en la noche del Jueves Santo, en la que participaban hermanos luz y "hermanos de sangre" o disciplinantes que se flagelaban durante el recorrido. Hoy es reconocida como la Cofradía decana de la capital, ejemplo de seriedad y elegancia en procesión de penitencia, en palabras de su Gobernador, Alfonso Ramírez. Con sede canónica en la Basílica Menor de San Ildefonso, la capilla de la Virgen de los Dolores es de su propiedad desde 1860 y el patrimonio que atesora es rico por su valor histórico. La principal joya que mantiene es el libro de estatutos original, escrito en castellano antiguo y en pergamino; que pueden disfrutar los jienenses en la casa de Hermandad.
Una similitud con la Santa Capilla además de la caridad, ya que desde su fundación realiza obras sociales, es la docencia. Una de las obras sociales que le debe Jaén es el colegio Vera Cruz. En colaboración con la Dirección de la Guardia Civil en 1960 se creó dentro de las instalaciones del acuartelamiento una unidad mixta, que fue la semilla del actual centro educativo.
Parte activa del barrio de San Ildefonso es la Cofradía de La Soledad, con 460 años de historia. Su época de mayor esplendor la vive durante su estancia en el Convento de San Francisco (desde el s. XVI a 1835). De esa etapa procede el enser más antiguo, la Corona de plata de ley que posee la Cofradía. En el mundo cofrade, se convirtió en la primera en incorporar a su junta de Gobierno a una mujer como Hermana Mayor (año 2002). “La Cofradía vive un gran momento en este siglo, como consecuencia de una devoción cada vez mayor a las imágenes y por la intensa labor en caridad”, reconoce el Hermano Mayor, Jesús Pegalajar.
Las tres cofradías trabajan por seguir vivas quinientos años más, al menos.