Los rojiblancos vencieron y dejaron muy encarrilada su permanencia en un partido cargado de goles y ocasiones ante un combativo conjunto blanco que vendió muy cara su derrota demostrando ganas y posibilidades de revertir su delicada situación. Dos goles consecutivos de Santana y Matheus parecían dejar encarrilado el choque en los primeros compases, pero los de José Manuel Barla, que se estrenaba como entrenador del Real Jaén, nunca bajaron los brazos en el terreno de juego. Pese a todo, el cansancio pesó demasiado en los minutos finales y los visitantes se marcharon de Los Cármenes sin puntuar.
El encuentro dio mucho más de sí de lo que se esperaba en un principio. A pesar de que los granadinos se adelantaron muy pronto y obtuvieron una rápida ventaja, lo cierto es que el Real Jaén luchó y peleó hasta el final demostrando coraje y garra para tratar de aferrarse a la categoría y demostrar compromiso con la entidad a pesar del difícil momento por el que atraviesan.
El conjunto de Lluís Planagumà comenzó con algo más de posesión que su rival sin decidirse a efectuar jugadas rápidas y verticales, moviendo la bola ante un rival que se plantó bien en el campo y que buscaba no sucumbir en los primeros minutos del encuentro. Fede incluso asustó a la parroquia local con un cabezazo que se marchó por poco.
Esa igualdad no tardó demasiado en romperse a favor de los nazaríes. Santana aprovechó una buena jugada colectiva para poner por delante a los pupilos de Planagumà antes del primer cuarto de hora. Los granadinos aprovecharon el desconcierto de un rival que no pudo contener la siguiente internada rojiblanca y Matheus, con un fuerte disparo, mandó la pelota de nuevo al fondo de las mallas abriendo una serie brecha en apenas dos minutos. Incluso Jean Carlos tuvo el tercero, pero Felipe Ramos esta vez sí pudo responder al remate para evitar la debacle de su equipo.
Fue entonces cuando los jiennenses reaccionaron y una falta servida por el ex rojiblanco Santi Villa al corazón del área la cabeceó Fede pegado al palo. Los granadinos, mientras tanto, buscaban sentenciar el partido ante un rival muy debilitado psicológicamente y pusieron en apuros a los blancos en acciones rápidas. Santana protagonizó la siguiente llegada de peligro. El futbolista metió el balón en el área desde el flanco diestro y Matheus, con la testa, mandó la bola muy pegado a la madera. Fede se erigió como auténtica arma ofensiva para el cuadro entrenado por Barla tras otro remate, esta vez de volea, que acabó estrellándose en el poste. Fue la ocasión más clara en el primer tiempo de un Real Jaén que apretó todo lo que pudo para recortar distancias en el marcador. Los balones colgados al área eran el principal recurso visitante y el peligro en cada acción era constante. Nando puso el cuero sobre Vitu, que remató muy forzado, y después fue Santi Villa el que sirvió un centro a balón parado para que Óscar Quesada estrellara el esférico contra el poste. Fueron los mejores minutos de un cuadro visitante que mereció mejor suerte antes del descanso.
Segundo tiempo
La inercia no se alteró tras el paso por vestuarios y los jiennenses continuaron con su asedio contra la meta granadina. Óscar Quesada puso un gran pase en profundidad sobre Vitu y el ariete visitante no desaprovechó la ocasión para recortar distancias con un lanzamiento raso que superó a Pol Ballesté. La inyección de moral para los de José Manuel Barla fue tal que, tras un centro de Rafa Mella, de nuevo Vitu obligó a intervenir a Pol Ballesté, ganando la partida esta vez el arquero rojiblanco respondiendo a un gran testarazo del delantero visitante. Ese ímpetu digno de alabanza del Real Jaén hizo que atrás quedara algo desguarnecida la zaga. Y esa circunstancia la aprovechó el filial granadino para marcar el tercero cuando mejor lo estaba haciendo su adversario. Matheus filtró el balón entre líneas y Jean Carlos no perdonó ante Felipe Ramos para devolver al marcador la distancia que tanto le había costado recortar a los visitantes. Pero los jienenses, muy lejos de venirse abajo, devolvieron al partido la lógica que por juego merecía el cuadro visitante y Rafa Mella, nada más sacar de centro tras encajar el gol, de nuevo materializó el tanto tras coger desprevenida a la defensa rojiblanca.
Los locales siguieron a lo suyo buscando otro gol más con acciones rápidas y los visitantes, por su parte, seguían empecinados en sacar algo positivo que diera un cambio de tuercas a su situación en la tabla. En una de las contras efectuadas por los locales, Felipe Ramos evitó el gol de Matheus cuando éste encaraba al cancerbero blanco, manteniendo a los suyos en el partido y evitando un tanto que podía dar al traste con todo el esfuerzo realizado por los de Barla.
Bajo palos Nando salvó el tanto rojiblanco en los compases finales a remate de Luis Suárez, aunque el partido estaba prácticamente visto para sentencia con un Real Jaén que se desfondó y peleó. La lucha y el pundonor fue tal para los jugadores de Barla que la última ocasión del partido la tuvo el cuadro visitante.