Emoción a flor de piel con Los Estudiantes

Publicado: 10/04/2017
El estreno de nuevas marchas para conmemorar los 70 años de la llegada a Jaén de la ‘Virgen de los clavitos’ y el tradicional canto de la Tuna marcan el desfile
El obispo de Jaén, Amadeo Rodríguez, tuvo el honor de dar la primera levantá al Cristo del Bambú. “Hace falta mucha fuerza interna, mucho corazón y mucha fe”, eran las palabras que les dirigía a los costaleros antes de que el primero de los pasos de la cofradía de Los Estudiantes se reencontrara con el pueblo en una abarrotada plaza de La Merced, sin duda una de las estampas más señeras de la Semana Santa jaenera.
Antes, la marcha procesional interpretada por la banda de cornetas y tambores Cristo de la Expiración desde las balconadas del majestuoso templo de La Merced, cortaba la respiración entre los muchos fieles que tenían el privilegio de contemplar la salida desde el interior y entre el inconfundible olor a incienso.
Y es que, la emoción es la nota esencial de uno de los desfiles procesionales con mayor encanto de la Semana de Pasión jienense. Emociones y lágrimas que se derramaron con la salida de Nuestra Señora de Las Lágrimas.
Tras la primera levantá, que este año ha hecho la viuda de Luis Escalona, un veterano cofrade fallecido el último año, la Tuna de Distrito de Jaén, que lleva 36 años ininterrumpidos cantando a la ‘Virgen de los clavitos’, acompañó la salida, como es habitual, caminando hacia atrás y mirando a la Virgen. Ya en la calle,se hizo el silencio para escuchar ‘Virgen de amor’ o ‘Flor marchita’, este año con el recuerdo emocionado a Manuel Cobo, fallecido el último año.
La Cofradía de los Estudiantes ha conmemorado este año el 70 aniversario de la llegada a Jaén de la ‘Virgen de los clavitos’. Y lo ha hecho con el estreno de dos marchas donadas a la cofradía y que están dedicadas a la Virgen de las Lágrimas y que fueron interpretadas por la Asociación musical Pedro Morales de Lopera (que repiten con Los Estudiantes por cuarto año consecutivo) y a la Banda de cornetas y tambores del santísimo Cristo de la Expiración de Jaén. Fue en 1947, y tras muchos problemas, cuando la imagen era recibida por los hermanos de la Cofradía de Los Estudiantes de la capital.

Imaginero
La imagen de candelero de Nuestra Señora de las Lágrimas es obra del imaginero Juan Martínez Cerrillo, que la labró entre 1936 y 1938 para la hermandad cordobesa del Calvario, en la que se mantuvo como titular hasta 1945, bajo la advocación de Nuestra Señora del Mayor Dolor y Esperanza. Los Estudiantes de Jaén la compraron a su autor, que había recuperado su posesión, por tres mil pesetas. Desde ese mismo año es titular de la cofradía, en sustitución de la Dolorosa prestada por la Condesa de Fuenrubia para la primera estación penitencial. La imagen fue restaurada en 1985 por su autor y en 1995 en Córdoba por el imaginero Antonio Bernal Redondo.
Este aniversario también se ha dejado notar en la mayor belleza floral del paso de Nuestra Señora de Las Lágrimas. Un paso, junto con el del Cristo del Bambú, que desfilaron por uno de los itinerarios más bellos de la capital jienense.
Las estrechas calles de La Merced, el Camarín de Jesús, la plaza de Santa María, la calle Maestra, o su paso, ya caída la noche, por el Arco de San Lorenzo, son algunos de los lugares favoritos y que congregaron a centenares de jienenses en un Lunes Santo para el recuerdo de Los Estudiantes. 

© Copyright 2024 Andalucía Información