El paisaje urbano de la capital ha cambiado en los últimos tiempos con la aparición de vallas de Mantenimiento Urbano en distintas zonas de la ciudad. Sí, las mismas que se utilizan para cortar el tráfico, son las que invaden aceras, a la espera de una intervención.
El problema, el plazo de tiempo que pasa desde su colocación hasta el comienzo de la obra. El último caso que ejemplifica esta situación es el de la calle Rastro. El pasado 5 de febrero un conductor chocó su vehículo contra un quiosco de la ONCE, en la intersección con la calle Virgen de la Capilla.
Las instalaciones del puesto de venta quedaron destrozadas y se procedió a su retirada. Ha pasado más de un mes y ahí siguen las vallas, acotando un acerado en el que aún quedan restos de la ubicación que ocupaba el quiosco.
La eliminación de éste produjo el levantamiento del típico acerado de la zona y dejó un leve hundimiento, acotado para evitar tropiezos. La solería no se ha repuesto, ni el desnivel se ha corregido.
Las vallas se convierten en una barrera para viandantes, con y sin discapacidad física. La directora de la ONCE Jaén, Rosario Sedano, ha confirmado a VIVA que ya tienen preparado el nuevo quiosco de venta, pero están a la espera de que desde Urbanismo se dé la orden de colocación. “Hasta que el Ayuntamiento no nos dé el permiso, no podemos hacer nada. Las tasas están pagadas y la autorización para su colocación, solicitada desde que ocurrió el accidente”, confirma.
Un vendedor, a pie de calle, ocupa ese punto de venta, para responder a la demanda de los compradores.
En la calle Arquitecto Berges, en la intersección con el Paseo de la Estación, tres vallas han acotado durante más de tres semanas una zona del acerado. Hasta el pasado 20 de marzo, Aqualia no intervino, estando actualmente este espacio en obras.
En el Polígono del Valle es una práctica habitual. El presidente de la Asociación Vecinal PASSO, Francisco Gutiérrez, lo denunció recientemente, al hacer pública la falta de atención municipal al barrio.
Lamentaba que desde Mantenimiento Urbano, ante el levantamiento de baldosas en las aceras, se actuará rápidamente en la colocación de las vallas, retrasando eternamente la intervención en el barrio.
Y así ocurre en más zonas de la capital, donde las vallas ya forman parte de su paisaje urbano, a vista de viandantes, testigos de la tardanza en las actuaciones planificadas.