Si hace un par de semanas se abordaba desde estas líneas el cambio de tendencia en la gestión y organización de los clásicos festivales de verano en la provincia de Cádiz, en esta ocasión hay que hacer parada obligatoria en la vecina localidad de Utrera, tierra de arte donde nació el Potaje Gitano, “primer festival flamenco de España” y que celebrará una edición más guardando su estilo de las últimas décadas.
Fue en mayo de 1957 cuando un grupo de amigos y familiares crearon, al calor de la Hermandad de los Gitanos de Utrera, un encuentro festivo entre los que se encontraban Perrate o Gaspar de Utrera. Comieron un “potaje de frijonescon muchos ajos” y, sin pretenderlo, tal fecha quedaría registrada en la historia del flamenco por los siglos.
A día de hoy, en el ecuador del Festival se reparten las cazuelas con esas alubias y una cuchara de palo que, además, sirve de souvenir para coleccionistas. El ambiente seguramente no es el mismo que el de la primera edición, pero al menos sí se procura desde la organización, en manos de la propia hermandad y el ayuntamiento, que se mantenga el respeto y la esencia de un acontecimiento que vuelve a presentar el cartel de una edición más, la sesentaiséis.
Cartel potente, con nombres de fama y con una dedicatoria muy especial. María Jiménez será la encargada de recibir los más sinceros y cariñosos aplausos en la noche del 25 de junio del 2022. El amplio patio del colegio Salesiano volverá a recuperar el ambiente prepandémico para vivir una de esas veladas de las que cualquiera quisiera sentirse partícipe.
Y que nadie caiga en la tentación de decir que María Jiménez no es una cantaora flamenca al uso, pues quien conoce algo de la historia de este certamen ha de saber que se han reconocido a lo largo de los años a artistas que no pertenecen al más profundo universo jondo pero que de alguna manera, por la sensibilidad artística, sí guarda relación. Desde el Tío Moncho, rey gitano del bolero, hasta las tonadilleras Gracia Montes, Rocío Jurado, Juana Reina o Isabel Pantoja, pasando por Curro Romero, Raphael o Alejandro Sanz. Quizá sea esta una de las claves, la capacidad de abrir fronteras tanto en lo musical como en lo mediático. Para los que vivían la noche madrileña de los 80 seguramente no les coja de sorpresa este reconocimiento, pues María era de las que más noche pasaba en Tablao Los Canasteros disfrutando del compás y lo espontáneo que deparara la bohemia.
A lo largo de los años el Potaje Gitano de Utrera ha adquirido una personalidad incuestionable y la apuesta de las instituciones y algunas firmas de reconocida relevancia en el mundo empresarial.
La buena salud económica de cualquier evento de este tipo es clave para mantener el nivel. En esta edición es evidente que se ha apostado por dotar al festival de frescura sonora, o, lo que es lo mismo, acercar a numerosos jóvenes que prefieren escuchar a Kiki Morente que a cualquier veterano. Así son las cosas, aunque no por ello el hijo del gran Enrique deba no estar en recitales de este tipo.
Argentina es la primera en aparecer en un cartel que tiene como presentador al compañero Luis Ybarra, así como de mantenedor reza Manuel Lombo. La onubense irá respaldada por los guitarristas José Quevedo ‘Bolita’ y Eugenio Iglesias. Desde Chiclana de la Frontera, un clásico, Antonio Reyes, que estará acompañado por el guitarrista portuense Paco León. Desde Jerez, el torrente y la fuerza de María Terremoto, junto a su habitual escudero Nono Jero, y desde Granada, el ya mencionado Kiki Morente, con Rubén Campos.
Algo que también merece destacar es la participación, como en otras ediciones anteriores, de un grupo en el que se incluyen nombres con regusto artístico que quizá no están en lo más alto de la actualidad flamenca pero que dibujan el paisaje más natural y auténtico de la fiesta gitana, quizás lo más parecido al origen del festival. En ‘Tierra Flamenca. Cantes y bailes gitanos’, podrán reunirse en el escenario Cancanilla de Málaga, tan singular como gustoso, Mari Peña, de la tierra, Juanfran Carrasco, joven con interés en la tradición, el jerezano José Méndez y Remedios Reyes, festera de altas miras. Todos ellos, con las guitarras de El Perla y Antonio Moya.
