El
Pleno municipal ha aprobado hoy una
nueva modificación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) que persigue
facilitar la rehabilitación de las fincas protegidas del centro histórico a través de la revisión y actualización de sus fichas catálogo.
La iniciativa ha sido defendida por el
teniente de alcaldesa de Urbanismo, Infraestructuras y Medio Ambiente, José Antonio Díaz, y ha salido adelante con las abstenciones de los concejales del PP y del no adscrito Ángel Cardiel.
El Gobierno local llevaba bastante tiempo trabajando en esta propuesta, que trata de eliminar trabas burocráticas y se enmarca en la estrategia de recuperar espacios degradados y fincas abandonadas del centro histórico.
Según Díaz,
esta modificación permitirá “proteger el patrimonio” mediante un nuevo procedimiento que permitirá
“conocer de forma más exhaustiva” cada una de las fincas, eliminando “posibles interpretaciones e incertidumbres” a la hora de actuar en ellas.
Entre otras cosas se busca “establecer criterios estéticos” para la mejora de la integración en el centro histórico, dando cabida a “materiales e instalaciones” capaces de aportar “mayor calidad de vida” a los ciudadanos pero también “garantizando” la puesta en valor del patrimonio.
Con todo ello se pretende “animar” a los empresarios a invertir en el centro y “seguir” de este modo “impulsando su rehabilitación”.
El trabajo previo a la aprobación de esta modificación
ha requerido el estudio de 1.685 fincas protegidas situadas tanto en intramuros como en extramuros.
De esas 1.685 fincas protegidas,
1.366 pertenecen a la categoría de ‘Áreas de Conservación Arquitectónica’, mientras que
las 319 restantes se incluyen en la de ‘Elementos de Interés Genérico’, integrada por edificios y espacios dotados de valores patrimoniales cuya característica principal es la de ser exponentes de la identidad cultural de la ciudad.
Esta modificación permitirá eliminar la discrecionalidad en las interpretaciones de la norma y dar mayor seguridad a los propietarios a la hora de acometer las rehabilitaciones.
José Antonio Díaz entiende que la ciudad se encuentra en un buen momento para introducir estos cambios en el PGOU, toda vez que en los últimos tiempos “se ha logrado cambiar el rumbo del centro histórico de los últimos 30 ó 40 años”, lo que está permitiendo que se vea “la luz al final del túnel” en lo que a su rehabilitación se refiere.