José Salguero Duarte, polifacético artista y colaborador habitual de EL FARO, presentó ayer en el edificio Kursaal su décimo segunda obra literaria, el poemario Flores y Guerras, contando con una gran asistencia de público y rodeado de amigos.
Salguero cuenta en su haber con una extensa nómina de publicaciones como Almanzor(Un especial universal); Desde la otra orilla; Arte y lamentos taurinos; Cuando respira el mar; Puerta de son y sombra; Conferencia Internacional de Algeciras, Setenta y cinco lunas, Un poema de amor y treinta y cinco artículos de opinión, Café teatro, Muro y Crónica taurinas del Campo de Gibraltar 2008.
El acto de presentación contó con la asistencia del director de relaciones con el Norte de Marruecos de la Fundación Dos Orillas de la Diputación Provincial de Cádiz, Patricio González, y del periodista y ex director de EL FARO Jesús Cabaleiro. Ambos dedicaron unas emotivas palabras al autor durante la puesta de largo del poemario.
González definió a Salguero como “una persona dueña de su vida y esa libertad le cuesta pero, al final, lo que cuenta es su pasión de vivir y la decisión de conseguir aquello que quiere y él es libre, responsablemente libre”.
Mientras tanto, Cabaleiro se centró en la vertiente poética y remarcó que “hablar de poesía es hablar de sentimientos. Y no hay nada más profundo en el ser humano que, precisamente, los sentimientos que no se pueden regular por nada ni por nadie”. El también prologuista de esta obra calificó la poesía de Salguero de “corta , directa y de un solo golpe y, sobre todo, implicada en su tierra y en sus vivencias”.
Según el ex director de EL FARO, “aborda desde el amor, el paisaje, la realidad fronteriza que nos circunda y hasta la misma actualidad tamizada por una percepción y dicotomía o maniqueísmo de la realidad: vida/muerte, bien/mal, pobre/rico, honesto/malvado”.
Para Cabaleiro, “la naturaleza también aparece líricamente tratada desde la tierra al agua, la lluvia, los manantiales”. Además, “Salguero se muestra en sus versos como es, se retrata y desnuda con un puñado de realidad, la misma que nos hace llegar a todos los que le conocemos. En todo caso desvela, sobre todo , a un ser humano, en toda su extensión”.
En este sentido, el propio autor se desvela en uno de los poemas: “como un manso lobo, / me encuentro vigilante, /en el edén de una ladera, / sin bajar la guardia, / porque los cazadores me acechan. / Pero seré sigiloso, / para no despertar sospechas. / Y cuando llegue hasta ti, / volveré a mi caverna”.
En las páginas de Flores y Guerras se alternan temas tan dispares como la pasión religiosa, la crítica política, la visión de Andalucía, el mar, la desnuda naturaleza, el amor sincero, el mundo de los toros o ambas orillas del Estrecho. Todo ello, sazonado con las experiencias vitales y la particular visión de este poeta amigo de las letras, de las libertades y de los caminos rectos en lo humano y lo literario.
