En una repuesta en el Senado al popular, Fernando García, el departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba explicó que durante la manifestación de los trabajadores, que protestaban para reclamar el pago de salarios atrasados, el Cuerpo Nacional de Policía dispuso un cordón policial la llegada de los manifestantes al recinto aduanero con Gibraltar y la invasión de éste.
Así, la Policía se colocó en la avenida de Europa de la ciudad para evitar el bloqueo del paso fronterizo con el Peñón pero un grupo de los manifestantes llegó ante el cordón policial y “sin mediar explicación” empezaron a “insultar, empujar, dar patadas y efectuar intentos de agresión con los palos de las banderolas que portaban”.
“Repeler de forma leve”
Basándose en el informe policial, Interior mantiene que los agentes simplemente procedieron a “repeler la agresión de forma leve”, con sus defensas reglamentarias, por lo que concluye que la “reacción policial fue proporcionada al riesgo creado”.
Según explicó el representante de UGT José Porras el día de los hechos, la protesta de los trabajadores del consistorio linense acabó con aproximadamente una decena de heridos.
El sindicalista incluso afirmó que tenía “un dedo roto” mientras que otros presentaban contusiones y lesiones de ligamentos como consecuencia de la que, según su versión, había sido una carga policial contra los empleados municipales.