La procesión magna mariana prevista inicialmente para este sábado ha sido ya aplazada al día 19 en vista de las adversas previsiones meteorológicas.
No obstante,
las hermandades deberán solventar una serie de cuestiones, que entre otras cosas pasan por garantizar que las salidas procesionales sean compatibles con la celebración de diversos oficios religiosos programados con antelación para esa misma fecha.
La reunión convocada por el
Consejo local de la Unión de Hermandades con los hermanos mayores de las cofradías participantes en la Magna mariana
fue finalmente presidida por el obispo de Asidonia-Jerez, José Rico Pavés, que puso sobre la mesa algunos de los obstáculos que deben sortearse para garantizar que ese aplazamiento no ocasione daños a terceros.
Las hermandades asumieron el
compromiso de “acometer cualquier actuación que fuera necesaria para salvaguardar” las ceremonias religiosas previamente programadas en los diferentes templos.
De hecho, en estos próximos días se terminará en qué iglesias y a qué horas hay celebraciones previstas para la tarde del sábado 19 para, llegado el caso, trasladar incluso las salidas de las cofradías a otros templos alternativos.
La decisión de aplazar al sábado 19 la Magna mariana
se adopta “ante la alerta meteorológica prevista para estos próximos días” y teniendo en cuenta “las recomendaciones de los diversos organismos competentes en la materia”, entre los que se encuentran los servicios de Meteorología y Protección Civil.
Se trata de
un acuerdo por tanto “obligado” que atiende “razones de caso fortuito y fuerza mayor” y que atiende
“a la seguridad de las personas que pudieran participar y asistir a este evento”.
En principio, la procesión se desarrollará el sábado 19 “en los mismos términos en los que estaba programada para este 12 de octubre”.
Teniendo en cuenta las miles de personas que habían reservado ya estancias en Jerez para este fin de semana
se va a “facilitar las visitas a los templos” en los que radiquen las hermandades que participan en la Magna mariana para que esas personas “puedan venerar a las sagradas imágenes”.
El aplazamiento también
ha tenido en cuenta “al comercio y la hostelería” de la ciudad, tanto a los empresarios como a los trabajadores y “respetando los compromisos adquiridos con los asistentes y visitantes”.
Por último, el Consejo local de la Unión de Hermandades
agradece a las autoridades municipales y a la sociedad civil en su conjunto su disposición para adaptarse a la nueva fecha propuesta.
A partir de ahora será necesario resolver esas y otras cuestiones -como la sustitución de aquellas bandas con compromisos previos- y, sobre todo, esperar a la evolución del tiempo.