Nadie puede negar que en los últimos tiempos los ciudadanos ven a los políticos, en general, como un problema y no como factores fundamentales de las soluciones. Es claro que esta percepción no es buena y que en la mayoría de los casos no es real, aunque también es cierto que determinados comportamientos han generado una imagen,alentada desde determinados sectores, que magnifican esta desgraciada imagen, la imagen del mal politico. La realidad del buen politico es otra muy distinta, bolsillos de cristal y veinticuatro horas al día, los trescientos sesentaicinco días del año. Tiene usted un claro ejemplo en la actual Alcaldesa de Jerez, una vida entregada a Jerez y los jerezanos.
Dicho esto, tampoco podemos dejar a un lado la habilidad con la que determinados líderes sindicales intentan escabullirse tras una hipotética defensa de los intereses de los trabajadores para vivir del cuento, de la misma manera que lo haría un mal politico, que "haberlos haylos". Son dignos de reconocimiento aquellas personas que entregan su vida por la defensa de unos ideales y de unos compañeros, pero no debemos permitir que campen a sus anchas aquellos otros que usan una supuesta lucha obrera para maniobrar por intereses políticos y con el fin de mantener unos privilegios muy distantes de la realidad de la clase trabajadora. Y "haberlos haylos"no le quepa duda. Tiene usted un claro ejemplo en determinados líderes sindicales que, mientras protestan en la calle por la reforma laboral,la aplican sin contemplaciones en sus organizaciones y blindan sus altos sueldos procedentes de los impuestos de todos los ciudadanos. Predican una cosa y hacen completamente la contraria.
Que la clase politica no pasa por sus mejores momentos es una realidad que no podemos negar y tenemos la obligación de dar el ejemplo necesario de trabajo, honradez y cercanía para que los ciudadanos superen la confianza en aquellos que tenemos el mandato de gestionar lo que es de todos. Pero que no vengan tampoco algunos líderes sindicales a intentar aparentar lo que no son, porque la mayoria de los trabajadores nos hemos dado cuenta de que lo único que persiguen es mantener sus privilegios con dinero publico.
Es una época de trabajo y de esfuerzo conjunto. Es una época en la que, por mucho que algunos no quieran reconocerlo, la credibilidad y la imparcialidad de determinados sindicatos esta en entredicho. Ahora, mas que nunca, trabajador busca sindicato.
