La Delegación de Turismo, Cultura y Fiestas, colabora en la organización del concierto que ofrecerá la Orquesta Álvarez Beigbeder y el Coro del Teatro Villamarta el próximo jueves, 21 de marzo, a las 20 horas, en el coliseo jerezano. La dirección correrá a cargo de José Ramón Hernández bellido.
La primera parte, constará de: un concierto en rem para dos violines BWV 1043 de J.S.Bach (1685-1750), y Vivace-Largo ma non tanto-Allegro. Los Solistas serán: Javier Comesaña Barrera (13 años) y Nuria Sánchez Pulido (12 años).
El Concierto para dos violines en Re menor o Doble Concierto para Violín (BWV 1043) es una de las obras más famosas y reconocidas de Johann Sebastian Bach y considerada una de las obras maestras del Barroco. Bach la compuso en Leipzig entre 1730 y 1731, probablemente para ser interpretada por el Leipzig Collegium Musicum. También existe como un arreglo para dos clavicémbalos, transpuesta a la tonalidad de Do menor (BWV 1062). El concierto se caracteriza por la relación entre los dos violines solistas, que es más notable en el movimiento más famoso, el expresivo Largo ma non tanto. En este movimiento, la orquesta de cuerdas se limita a tocar acordes para dejar todo el protagonismo a los solistas.
Sinfonía en rem nº 26 “Lamentatione” de J. Haydn (1732-1809)
Allegro assai con spiritu-Adagio (chorale)-Menuet.
Haydn compuso la sinfonía en Semana Santa. En ausencia de la partitura autógrafa original, no se puede verificar la fecha de composición, aunque esta asignación es consistente con su apariencia en el Entwurf Katalog (el catalogo que mantiene Haydn de sus propias obras). Una tradición anterior sugiere que la sinfonía fue escrita en Navidad (una fiesta religiosa mucho menos importante en este época), pero el manuscrito original existente lo más antiguo indica claramente que la sinfonía fue compuesta para las celebraciones de Pascua. Es uno de los primeros ejemplos del estilo Sturm und Drang que caracterizó gran parte de las obras sinfónicas de Haydn en los años 1774 y 1775.
Debido a su asociación con la Semana Santa, Haydn utiliza una melodía de un antiguo canto de la Pasión de Cristo, interpolando (como el segundo tema) esta referencia litúrgica para contrastar con el tema furioso de la apertura. La misma canción de lamento también es recogida en el segundo movimiento, reforzando el enlace de la sinfonía con la Pasión a través de la evocación de una melodía conocida por el público de la época.