El proyecto de la remodelación de la Plaza Esteve con la construcción de una terminal de autobuses que mejoraría la accesibilidad del Mercado Central de Abastos y la demolición del antiguo edificio del IARA, financiadas con cargo al convenio de la Zona Franca- sigue pendiente de cerrar un acuerdo con los propietarios de los locales comerciales de la zona después de casi dos años.
Hasta ahora, pese a los contactos mantenidos con los dueños de estos locales, inclusive la mítica cafetería de La Vega, ni el Consistorio ni los propios afectados se atreven a vaticinar qué pasará. Sin embargo, lo que no puede negarse es que en las negociaciones para dar salida al proyecto y desalojar la planta baja donde hay varios establecimientos es que han pesado las desavenencias si bien ninguna de las partes lo reconoce abiertamente.
El principal obstáculo pasaría por la indemnizaciones que habría que pagar a los propietarios durante las obras y su cambio de ubicación, un montante que no ha trascendido pero con el que no estarían de acuerdo. De hecho, si en un principio se barajó el derrumbe total del edificio, posteriormente para acercar posturas el Consistorio rectificó el proyecto inicial para realizar un derrumbe parcial manteniendo los bajos comerciales, pero sigue sin haber nada definitivo.
Mientras tanto, los afectados aseguran no tener noticias oficiales,aunque recientemente en una Mesa de Movilidad, el delegado del ramo, Agustín Muñoz, habló de un “principio de acuerdo”. Ahora la alcaldesa asegura que esta semana habrá “novedades” y que ya están los “fondos” para esta actuación.
