Cáritas Diocesana ha sufrido un par de robos en estas últimas semanas. Los hechos han sido denunciados en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, teniendo como escenario centros enclavados en la zona rural del término de Jerez.
El director de Cáritas Diocesana, Francisco Domouso, lamentó ayer estos hechos, que fundamentalmente han provocado “destrozos” en las instalaciones afectadas, que se destinan a la atención y formación de personas desfavorecidas de esta zona de la ciudad.
“Estamos sufriendo robos en estas últimas semanas. Son robos de poca cuantía, pero hacen un daño importante, porque levantan techos, revientan puertas y destrozan todo lo que ven, desde el mobiliario hasta cosas que no tienen valor”, explicó Domouso.
El director de Cáritas lamentó los hechos, pero también la situación de especial “desamparo” que a su juicio padece la zona rural en materia de seguridad. “Esta zona está prácticamente baldía”, añadió.
Domouso aprovechó la ocasión para recordar que en este tipo de centros de acogida y formación “no hay nada de valor”, pero los hechos provocan “un daño tremendo” porque la organización se ve obligada a “invertir recursos y personal” con el objetivo de tratar de “normalizar” la situación “lo antes posible”.
En los casos que han sido denunciados ante el Cuerpo Nacional de Policía, más allá de los bienes que han podido desaparecer, se han apreciado daños notables “en puertas, ventanas, alambradas y mobiliario”.
Cáritas Diocesana ya sufrió en marzo de 2011 un robo importante en un almacén, del que desaparecieron 2.500 kilos de alimentos destinados a atender a unas 200 personas del centro, especialmente de la zona de San Mateo.