Jerez

“La gente no sabe que un CIE es una cárcel para migrantes por migrar y ser pobre"

La coordinadora ‘CIEs no en Cádiz’ carga contra la campaña mediática del proyecto millonario para construir un nuevo centro de internamiento en Algeciras

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  • Un camión removiendo los terrenos del CIE que se levantará junto a la prisión de Botafuegos. -

Una treintena de organizaciones y asociaciones del Campo de Gibraltar en mayor medida (Algeciras Acoge, los sindicatos CCOO, UGT y CGT, Plataforma de Afectados en Defensa de la Sanidad Pública), pero también del resto de la provincia, como CEAIN y Marea Verde Cádiz, constituyeron hace un año la Coordinadora CIEs No en Cádiz (Centro de Internamiento de Extranjeros)  para hacer presión y sensibilizar sobre el verdadero significado de estas siglas, el carácter penitenciario y el abuso que están haciendo las instituciones de unas dependencias preconcebidas como una “medida excepcional” siempre que no hubiese otra alternativa.

El “problema, como denuncia el presidente de Algeciras Acoge y portavoz de esta coordinadora, Jesús Mancilla, es que las hay y muchas, pero en vez de apostar por ellas, el Gobierno no solo mantiene esta medida de localización extrema” sino que la refuerza destinando una partida de casi 27 millones en los presupuestos generales para construir un nuevo centro de internamiento del que se encarga una empresa especializada en hacer prisiones y que se ubica al lado del actual centro penitenciario de Botafuegos, en Algeciras. Precisamente, las últimas declaraciones del alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, en una entrevista a ABC, vendiendo las futuras dependencias, cuya finalización de las obras está prevista para 2024, han provocado que esta plataforma estalle.

Desde la coordinadora recuerdan que la construcción de este CIE supondrá que Algeciras cuente con uno de los mayores “centros de detención” de la Unión Europea, con una capacidad para 500 personas, y que choca con la ocupación del CIE actual, que desde 2003 ocupa la antigua prisión de Algeciras, que en 2000 cerró porque no cumplía las condiciones sanitarias. “Como internamiento de extranjeros, sí, la porquería para ellos sí”, lamenta, tras puntualizar que pese a tener capacidad para 180 personas, el mal estado en el que se encuentra con parte del edificio en ruinas, problemas de aluminosis “lo cual para un edificio es letal”, ha reducido la capacidad actual a 30 personas. Unas plazas que a lo largo del año nunca se ocupan en su totalidad en unas instalaciones que este mes “están vacías”, lo cual evidencia que Algeciras no necesita ni estas ni menos unas de gran envergadura como para las que se mueven ya los terrenos.

Una gestión migratoria “muy drástica”

“Esto demuestra que no hace falta. Las pateras siguen llegando, pero hay otras posibilidades para gestionar las llegadas sin tener un CIE”, insiste el presidente de Algeciras Acoge, que recuerda que cuando en su día se legalizó privar de libertad a extranjeros se hizo como “medida excepcional” cuando no hubiese otra alternativa y la actual Ley de Extranjería regula expresamente esa posibilidad, derivándolos a centros de acogida a lo largo del territorio nacional que gestionan ONGs una vez que expiran las 72 horas tras su llegada en pateras. Pese a todo, y “contradiciendo” el programa electoral del PSOE y Podemos”, el Gobierno central, con Fernando Grande-Marlaska, a la cabeza del Ministerio del Interior, se ha decantado por una gestión migratoria “muy drástica” y “muy de derechas”, en la que “se engaña a la gente” y se ensalza como un modelo a seguir en Europa para garantizar la dignidad y los derechos humanos de los extranjeros.

Por contra, tienen claro que lejos de su “campaña mediática” su política migratoria no hace más que alimentar la estigmatización de este colectivo. “Hacen una utilización de las siglas para confundir a la gente, porque la gente no sabe lo que es un CIE, no saben que es una cárcel para migrantes por el simple hecho de migrar, lo cual no es un delito, es una cárcel para gente inocente, para gente pobre; Hay recursos de sobra, y una red de recursos de acogida suficientemente amplia para que la gestión de los flujos migratorios no sean un problema. Es ahí donde tienen que invertir. Necesitamos una serie de inversiones que van mucho más lejos de un CIE que no hace falta, y más en una zona como el Campo de Gibraltar deprimida y abandonada históricamente y con muchas necesidades”.

Y a las cifras se remiten: además de las denuncias por vulneraciones de derechos humanos que acumulan estos centros (hay ocho en el país, y el de Algeciras es el único en Andalucía), basta con comparar las llegadas marítimas a la provincia y las de expulsiones desde el CIE de Algeciras: de 16.610 personas en 2020 y 21.958 en 2019, se expulsaron del CIE apenas 13 personas en 2020 y 173 en 2019. 

Entre tanto, la coordinadora prosigue con su campaña de sensibilización con jornadas universitarias y otros encuentros como la reciente noche carnavalesca de San Roque para explicar a la ciudadanía la realidad de los CIEs e involucrarlas. “Hay mucho desconocimiento y por eso a la gente es un tema que no le importa”, concluye.

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