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Kirobo, más que un tamagotchi, un robot mini que entiende a los humanos

La tecnología avanza a pasos agigantados. El último «gadget» que nos ha sorprendido estos días se llama Kirobo Mini. Es capaz de leer las emociones de las personas y busca mejorar las relaciones entre máquinas y humanos. Se ha presentado en Japón y es obra de Toyota. Tiene aspecto aniñado y grandes ojos de color naranja. Mide 10 […]

La tecnología avanza a pasos agigantados. El último «gadget» que nos ha sorprendido estos días se llama Kirobo Mini. Es capaz de leer las emociones de las personas y busca mejorar las relaciones entre máquinas y humanos.

Se ha presentado en Japón y es obra de Toyota. Tiene aspecto aniñado y grandes ojos de color naranja. Mide 10 centímetros de altura y pesa solo 183 gramos. Pero lo más llamativo es que Kirobo Mini está diseñado para ser un robot de compañía que propicie la comunicación entre máquinas y humanos, como preparación ante un futuro donde este tipo de relaciones se conviertan en algo habitual no sólo en el ámbito privado sino también en el público.

Entre sus funciones, destaca la capacidad de leer las expresiones faciales -a través de una cámara interna-, comprender las emociones que representan y reaccionar a estas a través de sus palabras y gestos.

También es capaz de comenzar una conversación casual incluso cuando el usuario no se dirige a él, recordar aquello que se le ha dicho con anterioridad y rememorar anécdotas o preferencias de los humanos.

Todas estas habilidades lo convierten en un compañero ideal para los ancianos, niños, aquellos que viven solos, y también, los conductores, una de las principales funciones para las que fue diseñado.

¡Kirobo Mini es una monada! Efe.

En japón ya está a la venta y cuesta unos 300 euros. Pero, además, hay que pagar una cuota mensual de 350 yenes (2,90 euros) por el acceso a una aplicación necesaria para su uso.

Además, Kirobo Mini puede incorporarse a un pequeño asiento, que cuesta 45 euros y que permite llevarlo en el coche o de paseo, y alertará al usuario si el coche lleva poca gasolina o si se ha olvidado de cerrar la puerta de casa.

Es capaz de mantener conversaciones e, incluso, recordar momentos del pasado. Efe

Este robot es el hermano pequeño de Kirobo, un androide astronauta que pasó un año y medio en la Estación Espacial Internacional acompañando al astronauta Koichi Wakata.

Si te quedas con ganas de verlo en acción, aquí tienes un vídeo.

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