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La escritora Cristina Campos: “El deseo sexual de las mujeres casadas se desvanece”

Naiare Rodríguez Pérez. EFE | La escritora Cristina Campos, finalista del Premio Planeta 2022 con ‘Historia de mujeres casadas’, compara en este libro la infidelidad femenina con la masculina y admite que “el deseo sexual de las mujeres casadas se desvanece con el tiempo, algo que no quita para que tengan una relación sexual preciosa […]

Naiare Rodríguez Pérez. EFE | La escritora Cristina Campos, finalista del Premio Planeta 2022 con ‘Historia de mujeres casadas’, compara en este libro la infidelidad femenina con la masculina y admite que “el deseo sexual de las mujeres casadas se desvanece con el tiempo, algo que no quita para que tengan una relación sexual preciosa con sus maridos”.

La barcelonesa, quien ha presentado y firmado ejemplares de su libro en Zaragoza, explora todos los sentimientos que se producen con la infidelidad de las mujeres y que están lejos de la euforia pero cerca de la culpabilidad.

En una entrevista con EFE explica que en su novela habla de mujeres de más de 40 años, blancas, privilegiadas, económicamente independientes, europeas y con hijos y se centra “que lo que les rompe el alma es sentir que va a romper esa familia que ha construido si se va con otro hombre”.

Pregunta: Enhorabuena por este reconocimiento. ¿De qué es el resultado?

Respuesta: Este reconocimiento pone en valor el esfuerzo, la perseverancia y el trabajo que he hecho en cuanto a creer en mí misma.

P: ¿Cómo empieza a construir esta historia?

R: Todo empieza cuando una buena amiga mía, casada con un tipo estupendo y con dos hijos, me confiesa que está siendo infiel a su marido con su jefe y que empezó todo como un juego hasta que ella se enamoró. Me lo contaba desde la culpa, en vez de hacerlo desde la euforia.

P: Imagino que habrá hablado con muchas más…

R: He hablado con varias mujeres que han sido infieles y lo han pasado realmente mal. Ha sido un camino placentero y muy divertido, pero ha habido mucho sentimiento de culpabilidad. Sin embargo, cuando he hablado con amigos míos que me han confesado que han sido infieles, en ningún momento lo hacían de esta forma. Había euforia, principalmente. Me parecía bonito comparar la infidelidad femenina con la masculina.

P: ¿Hace falta ser valiente para ser infiel?

R: Yo hablo de mujeres que son de mi generación. Con más de 40 años, blancas, europeas, privilegiadas y económicamente independientes de sus maridos. Para ellas el matrimonio es libertad, lo único que las coarta son sus hijos. ¿Qué quiero decir con esto? Que mi protagonista, Gabriela, puede irse si quiere. Lo que le rompe el alma a una mujer es el sentir que va a romper esa familia que ha construido si se va con otro hombre.. Por eso, intento lanzar un mensaje de valentía para todas.

P: ¿Cuántas dudas caben dentro de una infidelidad?

R: Si eres infiel a veces no solo buscas una noche de sexo, sino algo más. Las mujeres nos adelantamos a lo que puede pasar y nos preguntamos qué pasaría si nos enamoramos de otro hombre, con el que me estoy acostando, pero no es mi marido. ¿Será mejor dejarlo en una mirada o el juego psíquico que llevas con él? Este tipo de preguntas aparecen en tu cabeza todo el rato. Pero esta novela sin hijos no tiene sentido.

P: El libro trata el desvanecimiento sexual en el matrimonio. Es una realidad, pero… ¿Se reconoce?

R: El deseo sexual de las mujeres casadas se desvanece con el tiempo. No he descubierto nada nuevo. Es una realidad y, quien diga lo contrario, miente. Pero eso no quita que estas mujeres casadas no tengan una relación sexual preciosa con sus maridos. Sin embargo, es evidente que esa pasión que sentían por ellos es diferente. La necesidad de sexo del hombre, o al menos de los que yo conozco, es superior al de las mujeres.

P: ¿Qué ‘feedback’ recibe ahora?

R: Hay mujeres que se acercan a mí diciendo que es su historia. Lo pienso y es que al final qué mujer lleva 15 años casada y no piensa en que otro hombre podría ser su candidato si no tuviera hijos. Esto es algo muy común y hay mucha identificación por parte de las lectoras.

P: ¿Cómo conviven el sexo, el sentimiento y la infidelidad?

R: Creo que el tipo de mujer que yo retrato es incapaz de separar el sexo del sentimiento y, por lo tanto, tiene sufrimiento. Sería maravilloso que estuvieras casadas, tuvieras hijos y si te acostaras un jueves con un hombre que te lo pasas bien, te fueras a casa tranquila. Un poco como hacen los hombres, que a veces sí tienen la capacidad de llevar una doble vida. Eso es lo que le pasa a mi protagonista, que está casado, adora a su mujer, adora a Gabriela y después se va a casa con su madre, su mujer y sus hijas. Y no pasa nada.

P: Si se adaptara al cine, el mundo del que viene. ¿Qué no podría faltar?

R: El tratamiento visual de la novela debería ser bonito. Solo me gustaría que se respetara la historia de Gabriela, el triángulo amoroso entre ella, Germán y Pablo. Debería respetarse como trama principal, aunque otras podrían cambiarse. Eso sí, creo que esta novela podría ser cualquier gran ciudad europea. Podría pasar en Madrid, en Berlín, en Estocolmo o en Bruselas. En cualquiera, la trama principal funciona.

P: ¿Piensa en otra novela? ¿O volverá al mundo del cine?

R: Cuando escribo, todo es diferente al cine y estoy en soledad. Tengo muchas ganas de volver al cine un tiempo porque necesito a gente a mi alrededor y un equipo de trabajo. Escribir es muy solitario y de una profunda soledad. Si pienso en escribir un libro otros tres años, me entristece.

P: ¿Qué reflexión saca después de todo el proceso de creación y puesta en marcha?

R: He aprendido que con excelencia y el esfuerzo diario puedes llegar al éxito. Hay que tener constancia y, después de tanto tiempo escribiendo, es lo que podría decir que pienso ahora, una vez que ya ha salido la novela.

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