¿Quién no se ha subido a un avión y ha soportado todo el vuelo escuchando el llanto de un niño? ¿Y qué padre o madre que haya volado con sus retoños no ha pensado «tierra trágame» porque los gritos del pequeño perforaban los tímpanos?
Uno no sabe meterse cuando el niño es suyo y por más que se piden disculpas, el mal rato no se lo quita nadie. Por eso nos ha encantado lo que hicieron los padres de un bebé de un añito que se llama Lorenza.
Los padres de un bebé de un año repartieron una bolsa de chucherías con una nota a los pasajeros de un avión por esto
Antes de embarcar repartieron, uno a uno, a todos los pasajeros, una bolsita con un par de tapones para los oídos, algunas chucherías y una nota con mensaje que se ganó a todo el pasaje. De hecho, gustó tanto y fue tan original que hasta una viajera compartió las fotos en Facebook.
La idea ha gustado tanto que ha arrancado más de 61.000 reacciones y se ha compartido hasta 71.900 veces en dos semanas.
