Unos eran de Sabrina, otros, de Samantha Fox y muchos, de las dos. Ambas cantantes se convirtieron en los 80 en auténticos mitos eróticos. Eran las sex symbols del momento y sus sensuales atributos llegaron a ser más conocidos que sus canciones.
Se convirtió en aquella época en la mujer más fotografiada en Reino Unido junto a Lady Di y Margaret Thatcher y la compararon, incluso, con Marilyn Monroe. Desprendía sensualidad por cada poro de su piel y era la mujer más deseada por adolescentes, jóvenes, padres y abuelos, que esperaban ansiosos a que se le escapara un pecho de los minúsculos tops mientras cantaba y bailaba delante de las cámaras. Sabía que gustaba y lo explotó. Su fama fue mundial y posó desnuda para numerosas revistas, entre ellas Playboy.
Un romance con el torero Rafi Camino (¿a que no te acordabas de eso?) la hizo más famosa, aún, en España.
Ella misma ha compartido un «antes y después». Mira cómo estaba en 1983 y cómo estará (se le habrá ido la pinza) en 2023 ?
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En 2003 anunció públicamente su homosexualidad y que era pareja de su mánager, Myra Stratton, con quien compartió su vida hasta su fallecimiento por enfermedad en 2015.
La cuestión es que Samantha Fox vuelve al candelero ahora por su boda el pasado sábado con una mujer, Linda Olsen, en una lujosa ceremonia en Essex. Se habían comprometido en marzo de 2020, pero el Covid las obligó a retrasar la ceremonia.
