Sí. El chocolate es adictivo. No podemos negarlo y hay muchos estudios científicos que lo demuestran. Pero, ¿por qué?, te preguntarás… Los dulces potencian la liberación de encefalina, una sustancia química natural que genera en el cerebro una sensación de placer similar a la de algunas sustancias estupefacientes, como el opio o la morfina, y que produce en el organismo una necesidad adictiva.
Según un estudio de la Universidad de Michigan, el chocolate causa un efecto cerebral similar al de drogas como la morfina. Así que tenemos la excusa perfecta para «darle» en todas sus vertientes: puro, con leche, sólo, en galletas, en crema…
¿Quién no ha caído rendido ante un bote de Nutella o de Nocilla? Te cae una chispa en el dedo y ¡¡¡acabas metiendo la mano entera para rebañar!!!
Y si algo está claro es que, además de que los mayas ya estaban enganchados al chocolate, es casi imposible resistirte a él. Y desde bien pequeño… mira estos vídeos y te partirás de risa.
