No, no es una broma. La cantidad de cocaína que se consume en la capital inglesa es tan alta que, al ir a parar parte de la orina de sus consumidores al Támesis, las anguilas están hiperactivas.
Una investigación realizada por un equipo en el King’s College de Londres derivó en estos datos al hallar restos de droga en las anguilas londinenses. «Las concentraciones de cocaína y benzoilecgonina se mantuvieron altas en las aguas residuales a lo largo de la semana con solo un aumento menor durante el fin de semana», aseguran los investigadores en el documento.
«Se observaron aumentos en la cafeína, la cocaína y la benzoilecgonina 24 horas después de los días con desbordamiento de alcantarillado», dijeron los investigadores.
