Ocho años después de ser elegido bajo el lema «Peor de lo que está, imposible, vota Tiririca», el payaso más famoso de Brasil intenta su tercer mandato como diputado en unas elecciones en las que participan un sinnúmero de héroes, animales, dibujos animados y hasta el «papa» y «Obama».
«¿Adivina quién ha vuelto? ¡Soy yo!», dice el payaso Tiririca en su propaganda electoral en televisión, antes de anunciar que había «engañado» a los electores al asegurar que «no iba a volver».
De cara a las elecciones del próximo 7 de octubre, cuando unos 147 millones de brasileños elegirán presidente, gobernadores, senadores y diputados, los partidos políticos tratan de captar con imaginación los votos de los diferentes sectores de la población.
Con casi 30.000 candidatos y en los comicios más inciertos desde que Brasil recuperó la democracia en 1985, la interminable lista de nombres estrambóticos incluye imitadores de estrellas de Hollywood, superhéroes y hasta un Bin Laden.
Batman, Hulk, Wolverine, el Hombre de Hierro y el Hombre Araña son algunos de los «héroes» que prometen combatir el mal y la corrupción en caso de llegar a la Cámara Baja.
«Cultura y deporte necesitan cambios, vota al Hombre Araña, él es la esperanza», afirma una voz femenina con una pegadiza música de fondo, inspirada en los ritmos populares brasileños, como la samba o el funk carioca.
Esta es una estrategia especialmente efectiva en Brasil, donde el sistema electoral permite que un candidato sea elegido con un porcentaje muy bajo de votos -a veces con menos del 1 %-. Por ello, partidos y candidatos se centran en un único grupo de la sociedad para conseguir la mayor identificación posible.
Según el Tribunal Electoral, muchos candidatos carecen de una formación básica, por lo que se promocionan mediante mensajes simples, vídeos caseros y referencias al cine y la televisión.
Entre los 28.216 candidatos registrados en el Tribunal Superior Electoral se puede encontrar a un vaquero, a Mr. Bean, al papa, una santa, un papá Smurf y hasta a Barack Obama.
Aguiar de la Palomita, Hilda de la Manzana de Caramelo, Chicle, Salchicha, Pastelito de Maíz o Aguacate anhelan también convertirse en uno de los 513 diputados de Brasil.
Los amantes de los animales pueden elegir «perros, perritos y perrones», una lagartija, un tiburón, dos yacarés, un oso o un sapo.
Entre los candidatos hay dos Pelé y un Michael Jackson que aspiran a conseguir el voto de los brasileños, quienes también podrán optar por «Alguien» y «Nadie».
Bob Esponja, Aladín, Piolín y los gatos Silvestre y Félix prueban suerte en la carrera electoral.
Algunos de los candidatos recurren a sus rasgos físicos o de personalidad, como Hermosito, el Bello del autobús, la Graça Buena Gente, el «Exclusivo» y un sin número de «Gatos», una manera coloquial de los brasileños para referirse a una persona guapa.
La legislación brasileña no restringe los «nombres de guerra» de los aspirantes, mientras no sean considerados ofensivos, por lo que un año mas el surrealismo y la extravagancia irrumpen con humor en la campaña electoral.
