Un repartidor de correspondencia de 38 años ha sido detenido por la Policía en Málaga y ha ingresado en prisión por orden judicial como presunto autor de los delitos de estafa, infidelidad en la custodia de documentos y revelación de secretos al sustraer tarjetas bancarias.
El detenido extrajo en total 7.000 euros en diferentes cajeros automáticos y los investigadores han localizado a diecinueve perjudicados hasta la fecha, según ha informado este miércoles la Policía Nacional en un comunicado.
La investigación policial se inició a partir de las denuncias presentadas por varias personas que manifestaban haber sido víctimas de una presunta estafa.
Según declaraciones de los perjudicados, solicitaron la tarjeta bancaria de una cadena multinacional de distribución y, tras ser aprobada por los servicios financieros del establecimiento, se remitía al domicilio, aunque ni la tarjeta ni su correspondiente PIN –Números de Identificación Personal- llegaban.
Los titulares de las tarjetas "tenían conocimiento de su utilización" al ser informados mediante un mensaje SMS, remitido por el servicio financiero de la entidad, de las extracciones realizadas con ellas.
Los policías practicaron gestiones para esclarecer los hechos e identificar a los responsables y lograron identificar a un empleado que, "abusando de su condición de repartidor de correspondencia", supuestamente había sustraído las cartas.
El trabajador se apoderaba de la correspondencia que contenía las tarjetas y posteriormente sustraía las cartas que informaban del número PIN y que, "por seguridad", se remitía más tarde y en una misiva independiente.
En el registro practicado en su domicilio se han intervenido efectos relacionados con la investigación, entre ellos diez tarjetas bancarias cuya titularidad "no coincide" con la del detenido, de las que cuatro son de la misma cadena de distribución que dio lugar al origen de las actuaciones.