El Unicaja ha llegado al partido más importante de la temporada, quitando lo sucedido en la extraordinaria Copa del Rey. Este martes, a las 18.30 horas, Atenas marcará el camino de las aspiraciones a luchar poe otro título europeo, la Basketball Champions League. Ya clasificados e forma matemática para cuartos, queda el objetivo de hacerlo como primero de grupo, lo que da la ventaja de campo en la eliminatoria próxima. Para tener este premio, el equipo de Ibon tendrá que asaltar el templo ateniense del Olympic Hall.
Tras el exigente partido frente al Barça, Ibon Navarro ha afirmado que “lo mejor después de un partido así no es meterse un viaje de 10 horas hasta Atenas, pero es lo que tenemos que hacer. Por encima del cansancio está la responsabilidad de saber que es un partido muy importante" contra el AEK.
Las sensaciones de la derrota ante el Barça fueron más positivas que negativas, porque como el propio Ibon reconoció minutos después, el equipo se reencontrontó con su identidad a pesar de las bajas y el tute físico de estos días, cn una rotación más corta de lo normal. "Nos acercamos un poco más a la versión nuestra, de aguantar la dureza que tuvo el partido, de competir y de irnos con las sensaciones de estar mejor”.
En opinión del técnico, tanto Unicaja como AEK llegan al partido "condicionados por el estado físico".La ausencia de Janis Strelnieks para ellos "es muy importante, vamos a ver cómo está Kenny Williams… y en partidos así es para lo que Djedovic vino, para darnos ese poso de saber lo que hay que hacer, jugando fuera de casa", dijo el de Vitorio, que volvió a dejar en el aire la presencia de Darío Brizuela: "Nos preocupa también el estado de Darío, que no sabemos cómo va a estar". Contra el Barça no jugó ni un minuto por sus dolencias en el cuádriceps.
"Lo primero es cómo nos va a afectar a los dos equipos las ausencias y luego, lidiar con un equipo que va a intentar imponer su ritmo de juego, más lento, más trabado… nosotros necesitamos correr más. Por lo tanto, controlar el rebote será un punto fundamental y ser capaces de ser nosotros en un ambiente muy hostil. Como siempre son los partidos en Grecia y más con lo que nos estamos jugando los dos equipos”, analizaba Navarro.
“No va a ser un partido que se decida a base de pico y pala, sino más una cuestión de detalles, a nivel de acierto, sobre todo en el último cuarto, el acierto desde los tres puntos, el control del rebote, los porcentajes de tiros libres… creo que va a ir más por ahí que por una cuestión de desgaste", se atrevía a vaticinar el entrenador cajista, que destacó también a un jugador muy conocido para el público espaol, el pívot Pierre Oriola, ex del Barça y la selección.
"Es un jugador con mucha experiencia, muy versátil, que les está ayudando en la posición de cinco por detrás de Gontikas y Akil Mitchell. La posibilidad de jugar muchos minutos favorece su rotación. Por fuera están peor, pero por dentro les da mucho margen. No cabe duda de que el conocimiento que tiene de la Liga Endesa, de nuestros jugadores, le da un plus. Creo que es otro jugador al que vamos a tener que controlar".
Por último, se ha referido al ambiente que se encontrará en Atenas, en el Ano Liossia Olympic Hall: “Ya hemos jugado en Salónica. Este equipo tiene jugadores con personalidad, experiencia, que saben lo que es jugar en este tipo de pabellones. Está claro que va a ser un ambiente hostil para nosotros y muy favorable para ellos. Es lo que tenemos, hay que ir allí, mostrar mucha personalidad, mucha solidez como equipo, controlar las emociones y hacer el partido más sólido posible que podamos hacer”.
