Málaga

Andalucía encara un verano de retos, el fin de la temporalidad y los problemas del turismo

A Andalucía ya no le preocupa el número de viajeros, sino el empleo y la sostenibilidad social, para que “no se genere una sensación de que el turismo es malo”.

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  • Turistas en el centro de Sevilla. -
  • En los primeros cuatro meses del actual ejercicio, la comunidad ha ingresado más de 5.000 millones de euros procedentes del turismo internacional.

Un “muy buen verano” le espera a Andalucía, según manifestado el consejero de Turismo, Arturo Bernal, en la inauguración de la IV edición de CM Málaga, Culture & Museums International Tech Forum. Aún no hay previsiones oficiales, pero los datos del primer cuatrimestre parecen avalar la buena tendencia que pronostica la Junta. En los primeros cuatro meses del actual ejercicio, la comunidad ha ingresado más de 5.000 millones de euros procedentes del turismo internacional, lo que significa 2.000 millones más que hace un año. “Estamos hablando de cantidades realmente trascendentes”, que ponen de manifiesto la “importancia” de esta actividad para la economía regional y su empleo, ha celebrado Bernal. Andalucía ha roto la estacionalidad y ahora se fija dos grandes retos.

Trabajar, sobre todo, en el plano de la sostenibilidad social, algo que hasta ahora teníamos un segundo plano en nuestros cálculos.

Por un lado, seguir reduciendo los niveles de temporalidad en el sector servicios que se encuentran en torno al “27 por ciento”, frente al “44 por ciento que se registraba en 2019”. “No nos interesa ya tanto el número de personas que llegan cada año”, ha asegurado, porque lo “realmente importante” son los “efectos” que el turismo produce en la economía y en el empleo. Además, el consejero ha detallado que el turismo no solo beneficia al alojamiento y a la restauración, sino que también está conectado a “otras 76 ramas de actividad, desde la fabricación de muebles a la metalurgia o el comercio minorista”.

Una actividad “muy trascendente” que tenemos la “obligación de cuidar”, a pesar de que “también provoca algunos inconvenientes”, ha reconocido. En este punto entra el segundo gran obstáculo a superar: los problemas que genera el turismo y cómo afecta a la calidad de vida de los residentes. “Estamos siendo conscientes de ello, para trabajar, sobre todo, en el plano de la sostenibilidad social, algo que hasta ahora teníamos un segundo plano en nuestros cálculos”, ha indicado, prometiendo que ya se encuentra en un “primer plano”, para que “no se genera una sensación de que el turismo es negativo”.

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