Málaga

Greenpeace denuncia desde Málaga "el derroche de agua para el turismo intensivo"

La organización se traslada a la Alcazaba Lagoon, la mayor laguna artifical de Europa, para denunciar la situación crítica en la Cuenca Mediterránea

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  • Los ecologistas señalan a la Junta de Andalucía por "desatender la protección de este recurso en un contexto de emergencia"
  • Reeurdan que sólo en la provincia de Málaga, existen unas 80.000 piscinas descubiertas
  • Inciden en que el agua embalsada en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas está al 30% de su capacidad

La organización conservacionista Greenpeace ha cargado contra el consumo de agua por lo que consideran "turismo intensivo" y ha elegido un enclave de Málaga para denunciar el "derroche de agua que comporta".  

Así, desde  la Alcazaba Lagoon, una lámina de agua artificial de 1,4 hectáreas de extensión, situada en la localidad malagueña de Casares, a poco más de tres kilómetros del mar, que "requiere unos 28.000 m3 para su llenado, el equivalente al consumo medio diario de unas 215.000 personaa", han cargado contra "el turismo intensivo en España" que está "generando un gasto insostenible de recursos como el agua, que cada vez se verá más reducido por el cambio climático y que, por tanto, no se puede despilfarrar".

Desde la que es considerada como "la laguna artificial más grande de Europa" han denunciado a través de un vídeo consultado por Viva Málaga, "el sinsentido de instalaciones como esta, situada en plena Costa del Sol, una zona que, precisamente, cuenta con restricciones de uso de agua para el consumo".

Para sustentar su inquietud, han acudido a los registros de la actualización semanal del boletín hidrológico, que a 24 de junio, señalaba que el agua embalsada en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas es de 360 hm3 (30% de su capacidad), que supone 30 hm3 menos que el año anterior y muy por debajo de la media del agua embalsada en los últimos 10 años, que situaría a esta cuenca en 623 hm3 (actualmente un 22,5% menos). 

También han apuntado que, a pesar de lo que muchos han considerado como la panacea a la situación de sequía que vive la provincia, las lluvias que cayeron en primavera, la situación de Málaga es "crítica y se mantienen restricciones de uso de agua para el consumo humano en municipios de todas las comarcas".

Des este modo, han indicado que en la Costa del Sol Occidental, donde se ubica la citada laguna, continúan medidas como la bajada de presión entre las doce de la noche y las seis de la mañana todos los días de la semana, excepto los sábados, y sólo se permite el uso de agua en las duchas de playas para personas con diversidad funcional. Unas estas medidas preventivas que, indicaron, "contrastan con la política de la Junta de Andalucía para el llenado de piscinas privadas".

“Estando en una situación de agua embalsada peor que la del año pasado, la Junta de Andalucía ha permitido, en la Comisión de la Gestión de la Sequía, el llenado de piscinas privadas para el Campo de Gibraltar, Málaga Capital, la Axarquía, y la Costa del Sol Occidental", señalaron desde Greenpeace. Y es que, según datos del catastro de 2024, la provincia de Málaga cuenta con más de 80.000 piscinas descubiertas, albergando localidades como Marbella, que ocupa el tercer puesto de municipios con más piscinas de España, por lo que el colectivo considera que favorecer instalaciones privadas como esta "dista mucho de las políticas de prevención que deben tomarse, dados los datos de agua embalsada con los que cuenta la comarca”, según Luis Berraquero, delegado de Greenpeace en Andalucía.

Cambio de modelo turístico

La organización ecologista ha urgido a "realizar un cambio de modelo turístico". Así, aseguran que "los beneficios procedentes de este sector son la excusa perfecta para permitir el deterioro de la naturaleza y la turistificación de las ciudades y costas de todo el país", po rlo que consideran que "Andalucía es, actualmente, la región con más alquileres turísticos de toda Europa según Eurostat", lo que trae "consecuencias de turistificación que se repiten de localidad en localidad" y que cifran en "incremento de rentabilidad por alquiler turístico, disminución de viviendas disponibles para el alquiler de larga duración, incremento de precios de los alquileres, pérdida de población en centros históricos y en poblaciones costeras o pueblos dentro de espacios naturales protegidos, gentrificación, pérdida de identidad de las ciudades y deterioro de los espacios naturales, que juegan un papel vital para la salud y la seguridad humanas".

A esto añaden que "los impactos sobre el consumo de agua también tienen consecuencias", ya que, mientras que en España se estima que una persona residente consume una media de 127 litros al día de agua (consumo directo e indirecto asociado a productos y servicios), la media para una persona turista asciende a 450–800 litros al día, al sumarse al consumo indirecto el derivado del uso de instalaciones como piscinas, saunas, riego de zonas verdes, lavanderías o climatización".

En el caso de la provincia de Málaga es, con 14 millones de visitantes de 2023, "uno de los centros neurálgicos del turismo andaluz y presenta la costa más transformada del estado español, con un modelo de urbanización dispersa y con presencia de piscinas y proyectos, como el de Alcazaba Lagoon, que requieren, urgentemente, un cambio de rumbo".

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