“El
voluntariado del Refugio es muy duro, porque
los animales llegan muy mal, tanto anímica como físicamente: los que son
abandonados allí por sus propias familias (sus miradas y su incomprensión, queriendo volver con quien ellos creían su familia, rompe el corazón) los que recogemos,
perros de caza o guarda, maltratados y asustados, desconfiados y
temblando, temiendo y agachando la cabeza cuando quieres acariciarlos;
los viejitos o muy enfermos, que sus dueños han fallecido o ido a una residencia y los familiares no quieren “cargar” con el animal… miseria y egoísmo para dar y tomar. Y esas
camadas, algunas aún con el cordón umbilical, que
difícilmente salen para adelante y tú piensas en esa madre, que no solo le arrebatan a sus bebés, sino que la ponen en grave riesgo de mastitis”.
Así resume para Viva Málaga
Carmen Manzano,
presidenta de la Protectora de Málaga, lo que han tenido que vivir en
484 ocasiones durante el primer semestre del año.
Porque, esa es la cifra global de perros y gatos que han entrado
desde enero a julio en el Refugio. En concreto, 358 perros y 126 gatos, que bien han sido entregados por particulares (234 perros y 117 gatos), bien en colaboración con Policía Local (34 perros y 4 gatos), o rescatados de la perrera (69 perros y 3 gatos) o devueltos tras ser adoptados (21 perros y 2 gatos).
Luego, la cosa mejora, como indica también Manzano: “Pero
ese voluntariado, se vuelve alegría cuando son adoptados y nos mandan fotos y los vemos felices y con los ojos llenos de luz y amor mirando a sus familiares; cuando vas por la calle y de repente, un perro que pasea con su familia, empieza a ladrar y a querer acercarse y descubres que es del refugio y que por mucho tiempo que haya pasado, te recuerda. Eso vale más que todo el oro del mundo”.
Así, en concreto, durante los seis primeros meses del año, han “tenido la inmensa suerte” de
encontrar nuevas familias 308 perros y 85 gatos en adopciones nacionales y 28 perros y 12 gatos en adopciones internacionales; gracias al chip, han vuelto con sus familias 25 perros y un gato. Aquí, la presidenta de la Protectora recuerda una vez más, que, “como siempre, el tema del
chip en los gatos es una asignatura pendiente”.
No han tenido tanta fortuna, los que han
fallecido por causas naturales de edad o enfermedad, 15 perros y 6 gatos; por otro lado, los veterinarios de la Protectora, han tenido que aplicar la
eutanasia a 8 perros y 4 gatos, por estar o llegar en muy mal estado, incompatible con la vida, al refugio.
Como recalca Manzano, “todos han sido queridos, respetados y acompañados antes de volar al Arco Iris, a unirse a la Gran Manada”.
Ante estas cifras, Manzano asegura que “
nadie puede dudar de la inmensa labor social que realizamos los refugios y colectivos animalistas”, y pone el acento en el hecho de que “
tener un animal de compañía no es obligatorio, pero si lo tienes, es parte de tu familia, no basta con quererlo, hay que respetarlo, ser responsable y saber que cuidarlo no es gratis, y más aún con un IVA veterinario al 21% (IVA de los toros 10%), el IVA de artículos de lujo, como un yate, por ejemplo”. Por eso, insiste, en España “es más barato torturar, maltratar y matar que cuidar y proteger”.
También incide en que “por supuesto,
siempre adoptar, nunca comprar; primero porque los amigos no se compran y segundo porque esos preciosos cachorros, la mayoría, provienen de madres usadas como instrumentos para ganar dinero y reventadas a criar”.
Así, ha recordado, “hemos
colaborado con Policía Nacional en desmantelar criaderos y lo que allí vimos es para no contarlo”.
La presidenta insiste en que “
tener un perro es disfrutar de largos paseos, de senderismo por nuestros campos y montes, de lametones y juegos, pero también es cuidarlo mientras viva, no lo abandones:
tú tienes familia y amigos, él solo te tiene a ti. Recuérdalo”; y que tener
un gato “es disfrutar de ronroneos y pelis en el sofá; un gato te da cariño y risas viéndolo jugar,
no lo tires a la calle: es un gato casero, no sabe buscarse la vida lejos de su familia. No lo olvides”.
Y concluye con un mensaje de ánimo, pese a la situación que viven a diario: “
Para cada uno de nosotros, existe un amigo de cuatro patas esperándonos, solo tienes que ir a un refugio, allí estará”.
