El equipo de Gobierno popular mueve ficha y, sólo unas horas después del intenso debate producido en la Comisión de Urbanismo sobre el futuro de los antiguos terrenos de Repsol, presentaba a los vecinos de Cruz de Humilladero y Carretera de Cádiz el proyecto previsto en la zona. Un parque de más de 70.000 metros cuadrados que se antoja pequeño para los grupos políticos en la oposición y los más de 17.000 vecinos que abogan por librar de las cuatro grandes torres con más de 1.400 viviendas a la zona, una de las más densamente pobladas de Málaga.
A la espera de las aportaciones de los residentes del entorno, el Ayuntamiento insiste en no dar marcha atrás a lo planeado y pone sobre la mesa, además de la extensión verde con 1.000 árboles y 10.000 arbustos y plantas, un auditorio, un parque canino, una zona infantil, un circuito biosaludable y hasta una zona para skate que la Sareb, o banco malo, podría acometer este mismo año.
Una inversión de 8 millones de euros que el edil de Urbanismo, Francisco Pomares, no está dispuesto a perder. Todo, pese al compromiso alcanzado el pasado miércoles por la Corporación a estudiar “la viabilidad económica y jurídica” de ampliar el parque previsto en los terrenos. Una iniciativa de Málaga para la Gente que se descafeinó por el camino, a golpe de modificación de la moción, que en su espiritú inicial trataba de tumbar las grandes torres previstas.
El cambio de actitud de Ciudadanos, llave en este tipo de asuntos ‘espinosos0, sorprendió a la oposición. Sólo un día antes, la formación naranja hacía suya la idea de un bosque urbano, apostando por encontar rescoldos legales para limitar la construcción a una pastilla más alejada. El tímido apoyo a la oposición no ha quedado exento de polémica.
La portavoz socialista María Gámez criticó ayer que Ciudadanos haya pasado de ser “los amantes de los parques y las ardillas” a respaldar este desarrollo de torres de hasta 34 plantas y que, aseguran, incluye, una gran gasolinera en pleno área residencial”. Así, la formación pide a la Sareb que dé marcha atrás al proyecto al amparo del sentir vecinal que pide un gran bosque urbano. Este mismo sábado, esa inquietud se desvirtualizará, con una primera reunión, a las 19:00 horas, en la Asociación de Vecinos de la Cooperación, calle Ara, 1.
