Tras casi tres meses cerradas a cal y canto, las cocinas de la escuela de hostelería de La Cónsula han vuelto a abrirse. Los alumnos encendieron los fogones para crear los exquisitos platos protagonistas de este debut gastronómico que se sirvió en los dos comedores, el de la familia y el del propio restaurante, que todavía no presta atención al público.
Ante este obstáculo, los estudiantes de la escuela han ejercido también de comensales para estas primeras prácticas en vivo y en directo. Los futuros profesionales de cocina han preparado un menú compuesto por exquisiteces, como salmón marinado con crema de guisantes o huevos escalfados con puré de garbanzos, rodaballo en salsa de vino tinto y couscous de verdura o perdiz trufada en su jugo.
Tanto plantilla como alumnado destacan el “buen ambiente y la tranquilidad” que se respiran ya en el centro formativo de Churriana