Málaga

Un interno rompe la nariz a un funcionario en la cárcel de Alhaurín

El agredido ha necesitado hospitalización y presenta también diversas contusiones

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  • Prisión de Alhaurín -
  • El agredido ha necesitado hospitalización y presenta también diversas contusiones

Un interno de la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga) ha agredido a un funcionario de dicho centro, que ha tenido que ser hospitalizado en la Clínica El Ángel de Málaga capital con el tabique nasal fracturado y diferentes contusiones en el cuerpo.

Según han informado desde la sección de Prisiones del sindicato UGT, los hechos han tenido lugar este mismo miércoles en el módulo siete de aislamiento cuando un funcionario dio una orden a un interno, de nacionalidad española y clasificado en primer grado "extremadamente peligroso y con un largo historial de alteraciones regimentales", que se negaba a entregar un palo de la fregona al empleado.

En ese momento, el funcionario abrió la puerta de seguridad acompañado de otra persona, momento en el que el interno "comienza a propinarle puñetazos en la cara en el forcejeo", según el sindicato. El recluso pudo ser reducido tras la agresión por la rápida intervención de los trabajadores públicos de la prisión.

El empleado tuvo que ser atendido en la enfermería de la prisión, para después ser trasladado al centro hospitalario, donde le han diagnosticado una fractura del tabique nasal, que necesitará de una intervención y una reconstrucción, según ha informado a Europa Press fuentes sindicales.

Desde la Subdirección de Régimen de la prisión de Alhaurín de la Torre han confirmado que trasladarán este jueves al recluso a otro centro penitenciario.
PROTOCOLO ACTUACIÓN UGT

La sección de Prisiones del sindicato UGT Málaga han criticado "la falta de seguridad que vivimos los empleados públicos del establecimiento penitenciario de Alhaurín de la Torre", haciendo referencia a "las continuas agresiones que sufrimos en nuestros puestos de trabajo".

Por ello, han definido como "imprescindible" la regulación de un protocolo de actuación frente a la violencia en el trabajo de ámbito de penitenciario, así como un refuerzo de las plantillas de centros "muy mermados en recursos humanos como el de Alhaurín" y más medidas de seguridad en las cárceles españolas.

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