Dos ONG malagueñas apelan a la solidaridad para contribuir a la adquisición de una ambulancia para Etiopía. Así, Pozos Sin Fronteras y Admundi, lideradas por voluntarios malagueños, afrontan el reto de reunir 25.000 euros para salvar miles de vidas.
En tiempos de pandemia como los que se vive, las ONG tienen, si cabe, aún más dificultades para apelar a la solidaridad y generar ese compromiso que roce la conciencia y haga que una persona se involucre en un proyecto lejano y desconocido.
No obstante, los cooperantes internacionales malagueños mantienen sus ilusiones intactas y han decidido aunar esfuerzos para contribuir a la adquisición de una ambulancia que podría salvar miles de vidas en un lugar remoto de Etiopía "en el que hablar de condiciones de vida dignas queda tan lejano que resulta un concepto inexistente".
El reto es "reunir 25.000 euros para que niños, mujeres, embarazadas, personas mayores y enfermos en general tengan un halo de esperanza", han explicado a través de un comunicado.
Las dos ONG malagueñas que han decidido sumar esfuerzos para aglutinar más seguidores son Pozos Sin Fronteras y Admundi. Y la responsable de esta unión es una monja mexicana (Azucena) que en una misión en Etiopía coincidió con voluntarios malagueños y les tocó el corazón. En aquel viaje se fraguó una amistad que sigue más viva que nunca y que, a pesar de la distancia, mantiene a Etiopía unida a Málaga.
Así lo cuenta Pepe Albújar, malagueño de 46 años y cooperante internacional desde hace más 15: "En tiempos de bonanza económica nos resulta más fácil pedir ayuda. Ahora comprendemos que todo es mucho más complicado, pero la experiencia nos ha demostrado que nuestra ciudad es generosa por naturaleza a pesar de lo que suceda y cualquier donativo, por mínimo que sea, ayuda a salvar vidas", ha señalado, convencido de que "pronto habrán superado el reto".
Etiopía, relata Albújar, vive sumida en una crisis sanitaria perpetua y ahora, además, el COVID azota con fuerza en personas desnutridas y con escasos o nulos recursos higiénicos-sanitarios.
La ambulancia que Azucena necesita para salvar vidas irá al Centro de Salud Chiri, una localidad deprimida situada a 25 kilómetros del hospital más cercano.
"Los enfermos recorren largas distancias a pie por caminos poco transitables y la carencia de ambulancia marca de forma decisiva la oportunidad de sobrevivir", ha explicado Albújar, que ha quedó atrapado en Burkina Faso en 2015 tras las revueltas que se originaron por el golpe de estado.