La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado, se suma un año más a la campaña europea 2020-2022 ‘Trabajos saludables: relajemos las cargas’ de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA).
CSIF ve necesario mejorar la vigilancia de la salud, la calidad del servicio de rehabilitación en las mutuas, el diseño y la ergonomía de los puestos de trabajoAsí, en la Semana Europea de la Seguridad y Salud en el Trabajo de 2021, que se celebra del 18 al 22 de octubre, CSIF lanza la campaña ‘Haz una pausa activa y suelta tu carga. Evitemos los trastornos músculo-esqueléticos (TME)’, cuyo objetivo es sensibilizar sobre este tipo de trastornos que encabezan la lista de problemas de salud relacionados con el empleo, reduciendo la calidad de vida y la capacidad de trabajo y exigir que se apliquen medidas preventivas y de control.
Los TME de origen laboral son alteraciones que sufren las estructuras corporales como los músculos, articulaciones, tendones, ligamentos, nervios y huesos, causadas o agravadas fundamentalmente por el trabajo. Afectan principalmente a la espalda, cuello, hombros y extremidades superiores, aunque también pueden detectarse en las inferiores.
Este tipo de dolencias de origen laboral son las más habituales y están presentes en todas las modalidades de trabajo y sectores (sanitarios, sociosanitarios, administrativos, peones, transportistas, bomberos, policías, profesionales de limpieza, hostelería, construcción, etc.). Constituyen una de las principales causas de baja y jubilación anticipada en Europa.
La mayor parte de los TME son trastornos acumulativos, resultado de una exposición constante a cargas más o menos pesadas durante un periodo de tiempo prolongado, a movimientos repetitivos, a posturas inadecuadas y a sedentarismo.
Pero también han aparecido nuevos factores que agravan estas dolencias y la pandemia, el teletrabajo, el sedentarismo, así como el síndrome del Covid persistente, también están provocando un impacto notable sobre los trastornos musculo esqueléticos.
Datos alarmantes
En España en el año 2020, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, se comunicaron 139.618 accidentes de trabajo en jornada con baja por sobreesfuerzo en el sistema musculoesquelético y 189.279 accidentes de trabajo en jornada con baja por dislocaciones, esguinces y distensiones. En concreto, un 32,5% de los accidentes laborales con baja son provocados por TME.
Según los datos del Observatorio de Enfermedades Profesionales CEPROSS y de enfermedades causadas o agravadas por el trabajo (PANOTRATSS) publicados por el Ministerio de Inclusión Seguridad Social y Migraciones, el año 2020 cerró con 15.267 partes comunicados de enfermedad profesional de grupo 2 (causadas por agentes físicos) y, concretamente, los relacionados con TME supusieron un 83% del total, el mayor porcentaje.
Además, los procesos con propuesta de invalidez del grupo 2 de enfermedades profesionales llegaron a un 38,97% del total el año pasado.
En 2020 entre las enfermedades causadas o agravadas por el trabajo según el PANOTRATSS, las enfermedades del aparato locomotor continuaron siendo las más frecuentes, con el 53% del total de partes comunicados, con un total de 1.572 enfermedades causadas por el trabajo con partes comunicados por enfermedades del aparato locomotor y otras 485 por enfermedad o defecto agravado por el trabajo.
Propuestas de CSIF
Por todo ello, es urgente desarrollar un plan de acción para la reducción de los TME, objetivo pendiente desde la anterior Estrategia de Seguridad y Salud Nacional 2015-2020, mejorar la vigilancia de la salud, la calidad del servicio de rehabilitación en las mutuas, el diseño y la ergonomía de los puestos de trabajo, puesto que las cifras revelan que los TME siguen en aumento.
CSIF propone una batería de medidas para reducir el riesgo de estos trastornos: campañas de promoción de la Salud en el Trabajo orientadas a la prevención de los TME; evaluación de riesgos ergonómica valorando la participación de las personas trabajadoras y su experiencia; adaptación de los puestos de trabajo a través de la ergonomía; vigilancia de la salud específica; promoción de una mejora organizativa incidiendo en la rotación entre tareas y el trabajo en equipo para conseguir una organización más flexible y eficiente del trabajo; abordaje de los riesgos y su posible relación con los factores psicosociales; formación e información; aplicación de medidas técnicas que ayuden a manipular cargas y a la movilización de personas; creación de escuelas de espalda para los profesionales que ofrezcan ejercicios y estiramientos para evitar estos trastornos; y el impulso a la pausa activa durante la jornada laboral para evitar la aparición de los TME.
La vigilancia de la salud en el trabajo
La central sindical subraya la importancia de la vigilancia de la salud como herramienta de la medicina del trabajo para conocer cómo puede afectar a la salud del empleado el desempeño de su labor profesional. Es un derecho del trabajador, puesto que supone una garantía para su salud y protección y como tal ha de integrarse en el plan de prevención global en los centros de trabajo.
A nivel individual se busca detectar precozmente condiciones poco saludables, localizar trabajadores especialmente sensibles aciertos riesgos y adaptar la tarea al trabajador. A nivel colectivo se valora el estado de salud de la empresa, realizando un diagnóstico de la situación, detectando nuevos riesgos y planificando y evaluando la acción preventiva.